Francisco de Goya y el Romanticismo: Exploración Artística y Social

Francisco de Goya

Obra de Goya

La obra de Goya destaca por su fuerte significación social, reflejada en su amor al pueblo, su posición crítica contra la aristocracia y la injusticia social, y su denuncia de los horrores de la guerra. Su extensa obra abarca diversos soportes y técnicas, lo que permite agruparla por temas:

• Costumbristas: Destacan los cartones para tapices que reflejan la vida madrileña: ferias, romerías, juegos, majas y majos. Son cuadros amables donde el dibujo adquiere importancia. Obras destacadas: La Vendimia, El Quitasol y La Pradera de San Isidro.
• Retratos: Género en el que Goya mantuvo una actividad más constante. Sus retratos destacan por su penetración psicológica. Obras destacadas: retratos de la familia de Carlos IV, La Maja Desnuda y La Maja Vestida.
• Pintura religiosa: Tema que Goya abordó ocasionalmente. Destacan las pinturas de las bóvedas del Pilar de Zaragoza, las de la Cartuja del Aula Dei y las bóvedas de San Antonio de la Florida.
• Pinturas de tema patriótico: La composición se mueve de manera trágica, utiliza abundantes escorzos y el lenguaje de las manos adquiere gran importancia. El negro irrumpe en sus obras, manifestando la ferocidad de la guerra. Obras destacadas: El Fusilamiento del 3 de mayo y La Carga de los Mamelucos en la Puerta del Sol.
• Pinturas negras: Pinturas en dos salas de la Quinta del Sordo donde Goya plasma un mundo alucinante de brujas, machos cabríos, luchas fratricidas, amenazas, etc. Realizadas al óleo sobre elucido de yeso. Un mundo disparatado con escenas confusas y rostros de gran expresividad, donde desaparece el dibujo y predominan los colores. Se trata de una crítica social.
• Grabados y dibujos: Realizados con la técnica del aguafuerte, representan la realidad desde un ángulo crítico, pesimista y humorista. Destacan: Los Caprichos, Los Desastres de la Guerra, La Tauromaquia y Los Disparates.

Trascendencia de su pintura

La pintura de Goya supone una ruptura con la tradición. Un arte testimonio donde la crítica y la fantasía juegan un papel crucial. La esencia de su pintura es el color, mientras que el dibujo pierde importancia. Su obra no se enmarca en ninguno de los dos estilos vigentes de su época, el Neoclasicismo y el Romanticismo, aunque tiene puntos de contacto con ambos. Goya abre nuevos caminos en la pintura, anticipando el Realismo, el Impresionismo, el Expresionismo y el Surrealismo.

El Romanticismo

El Romanticismo es un movimiento cultural de la primera mitad del siglo XIX que reaccionó contra el academicismo reinante, el Neoclasicismo, dirigiendo su atención a otros temas, especialmente los relativos a la Edad Media y al pasado nacional, tratándolos de manera apasionada, idealizada y, a veces, revolucionaria. Prima el gusto por lo exótico y por la expresión de los sentimientos más intensos. Supone una exaltación de lo patriótico. En el siglo XIX se consagra la supremacía del sentimiento.

Características del Romanticismo

1. Interés por civilizaciones y culturas no occidentales, por lo exótico y lo pintoresco. Se desarrollan temas de revoluciones políticas o desastres.
2. Sentimiento de afirmación de la personalidad histórica de cada país. Se exalta la libertad y el patriotismo.
3. Recuperación de la potencia sugestiva del color.
4. Con el cromatismo se resucitan las luces vibrantes.
5. Las composiciones son dinámicas, marcadas por posiciones convulsas y gestos dramáticos. Hay una exaltación de lo pasional.
6. Culto al paisaje.
7. Adopta como forma de trabajo la espontaneidad del color y la pincelada suelta. Triunfa la sensibilidad del artista.
8. La pintura religiosa pasa definitivamente a un segundo plano.

Surge en Francia, donde destacan Géricault y Delacroix.

Géricault

Gran grabador y retratista, se inspira en hechos reales de gran repercusión. Realiza obras dramáticas de fuerte expresividad, protagonizadas por gente anónima. Sus obras más destacables son La Balsa de la Medusa y Oficial de Húsares.

Delacroix

Gran admirador de Goya, se inspira en escritores como Shakespeare o Lord Byron y en temas exóticos. Sus obras destacables son La Matanza de Quíos, La Muerte de Sardanápalo y La Libertad guiando al pueblo.