Fundamentos de la Doctrina Social de la Iglesia: Participación, Solidaridad y Valores
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V) La Participación
a) Significado y Valor
La participación es un deber que todos han de cumplir conscientemente, responsablemente y con vistas al bien común. No puede ser restringida a algún contenido particular de la vida.
b) Participación y Democracia
La participación en la vida comunitaria no es solamente una de las mayores aspiraciones del ciudadano, sino uno de los pilares de todo el ordenamiento democrático. Toda democracia debe ser participativa.
VI) El Principio de Solidaridad
a) Significado y Valor
Junto a la interdependencia, persisten en todo el mundo fortísimas desigualdades entre países desarrollados y países en vías de desarrollo. La aceleración de la interdependencia debe estar acompañada por un crecimiento en el plano ético-social.
b) La Solidaridad como Principio Social y como Virtud Moral
La solidaridad se presenta bajo dos aspectos: como principio social y como virtud moral. Es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común.
c) Solidaridad y Crecimiento Común de los Hombres
La solidaridad expresa la exigencia de reconocer los vínculos que unen a los hombres y a los grupos sociales entre sí. El principio de la solidaridad implica que los hombres de nuestro tiempo cultiven aún más la conciencia de la deuda que tienen con la sociedad en la cual están insertos.
d) La Solidaridad en la Vida y en el Mensaje de Jesucristo
Jesús hace resplandecer ante los ojos de todos los hombres el nexo entre solidaridad y caridad.
VII) Los Valores Fundamentales de la Vida Social
a) Relación entre Principios y Valores
Los valores requieren la práctica de los principios de la vida social, como el ejercicio personal. Todos los valores son inherentes a la dignidad de la persona (verdad, libertad, justicia, amor).
b) La Verdad
Los hombres tienen una especial obligación de tender hacia la verdad, respetarla y atestiguarla responsablemente.
c) La Libertad
La libertad es signo eminente de la imagen divina, signo sublime de la dignidad de cada persona humana. Debe ejercerse también como capacidad de rechazar lo que es moralmente negativo.
d) La Justicia
La justicia consiste en la constante y firme voluntad de dar a Dios y al prójimo lo que les es debido.
VIII) La Vía de la Caridad
La caridad debe ser reconsiderada en su auténtico valor de criterio supremo y universal de toda la ética social. Los valores (verdad, justicia, libertad) nacen y se desarrollan de la caridad. La caridad presupone y trasciende la justicia. Solo la caridad puede animar la actuación social para edificar la paz. La caridad se convierte en social y política; la social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar el bien de todas las personas.