Grandes figuras de la Antigüedad Romana: De Salustio a Viriato

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Juventud Romana y Virtudes Clásicas

Salustio describe las virtudes de los antiguos romanos, cuyos jóvenes estaban más inclinados a las hazañas bélicas que a las diversiones.

En sus inicios, la juventud romana, tan pronto como era capaz de soportar las exigencias de la guerra, aprendía en el campamento el arte de la milicia a través del trabajo duro. Obtenían mayor placer en las armas y los caballos de guerra que en los banquetes y las prostitutas. Para estos hombres, ningún trabajo era demasiado inusual, ningún lugar era demasiado escarpado o difícil, y ningún enemigo armado era demasiado formidable.

Aníbal: Retrato de un General Cartaginés

Retrato de Aníbal, el gran general cartaginés enemigo de Roma durante la Segunda Guerra Púnica.

Aníbal era, con diferencia, el primero entre los jinetes y la infantería. Marchaba al frente de la batalla y era el último en retirarse una vez entablada. Sin embargo, estas grandes virtudes se veían empañadas por enormes defectos: una crueldad inhumana, una perfidia mayor que la púnica, falta de sinceridad y honestidad, ningún temor a los dioses, y ningún respeto por los acuerdos o la ética.

El Cruce de los Alpes y la Respuesta Romana

Aníbal cruza los Alpes con un poderoso ejército y el general romano Sempronio Graco tiene que regresar con sus tropas desde Sicilia hasta Rímini.

Tras dejar a su hermano Asdrúbal en Hispania, Aníbal cruzó los Pirineos y se abrió camino a través de los Alpes, hasta entonces intransitables por esa ruta. Se dice que llevó a Italia 80.000 soldados de infantería, 10.000 jinetes y 37 elefantes. Mientras tanto, muchos ligures y galos se unieron a Aníbal. En respuesta a la invasión, Sempronio Graco trasladó su ejército desde Sicilia a Rímini.

La Traición y Muerte de Viriato

Viriato, caudillo de los lusitanos, cae asesinado por sus propios hombres, pero el general romano Cepión se niega a satisfacer la recompensa amparándose en que Roma no paga a traidores.

Viriato, quien durante 14 años lideró la resistencia hispana contra Roma, fue asesinado por sus propios hombres. Primero pastor, luego jefe de ladrones, Viriato finalmente se convirtió en un líder de tal importancia en la guerra que fue considerado un libertador en Hispania contra la dominación romana. Cuando sus asesinos pidieron una recompensa al cónsul Cepión, este respondió que Roma nunca aprobaría que los generales fueran asesinados por sus propios soldados.

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