Habilidades y Estrategias para la Resolución de Conflictos
Clasificado en Magisterio
Escrito el en español con un tamaño de 2,74 KB
Habilidades Clave en la Resolución de Conflictos
Asertividad: Capacidad de expresar la propia opinión sobre un problema, controlando las emociones y respetando los derechos propios y los de los demás.
Creatividad: Fundamental para solucionar conflictos, ya que ayuda a buscar alternativas diferentes a las habituales. Implica generar múltiples soluciones, incluso si algunas son incorrectas.
Cooperación: Actuar conjuntamente hacia un mismo objetivo. Se es cooperativo cuando se colabora, se da y se recibe ayuda.
Proceso de Resolución de Conflictos
Pasos a seguir:
- Definir el problema: Buscar los hechos relevantes del conflicto, identificando y reconociendo el problema. Es importante definirlo sin juicios de valor ni quejas.
- Analizar las posibles causas: Identificar y reconocer las causas del problema, evaluando qué afecta a las partes implicadas y por qué una situación de desacuerdo se ha convertido en conflicto.
- Buscar alternativas: Generar el mayor número de soluciones alternativas, que aporten variedad y opciones.
- Analizar y evaluar cada alternativa: Analizar todas las alternativas para asegurar que agraden a ambas partes y evaluar críticamente las diferentes soluciones planteadas.
- Tomar una decisión: Decidir una solución considerando las consecuencias positivas que se deriven y la posibilidad real de realizarla.
- Poner en práctica: Elegir el momento y lugar más apropiados. Se procede a convertir la decisión en acciones para obtener buenos resultados.
- Valorar los resultados: Comprobar que el conflicto se ha solucionado. De no ser así, se debe comenzar de nuevo el proceso.
Consejos Importantes para la Resolución de Conflictos
- Cuidar la comunicación no verbal: Mirar a los ojos al hablar, mostrarse próximo.
- Hacer preguntas y sugerencias, no acusaciones.
- No adivinar el pensamiento del otro, preguntarle.
- Centrarse en el tema de la discusión, no sacar temas pasados.
- Escuchar mientras el otro habla y no interrumpir.
- Aceptar las responsabilidades propias y no culpar al otro.
- Ofrecer soluciones y tratar de llegar a un acuerdo.
- Evitar críticas inadecuadas, comentarios negativos, sarcasmos e ironía.
- Preguntar al otro qué se puede hacer para mejorar las cosas.
- Buscar un ambiente adecuado que facilite el diálogo.