Historia del Termalismo: Usos Religiosos, Higiénicos y Terapéuticos

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Historia y Generalidades de la Cura Termal

El agua es un agente terapéutico usado durante todos los tiempos. Sin embargo, es difícil distinguir cuándo se ha usado con fines religiosos, higiénicos o terapéuticos. Por tanto, vamos a hacer un estudio de los baños desde estos tres puntos de vista:

1. Baños y Religión

Desde la antigüedad se han adorado los manantiales, incluso considerándolos dioses, como el Nilo. Ya en Grecia se consideraba el agua como uno de los cuatro elementos de la naturaleza y comenzaron a adorarse algunas fuentes como moradas de los dioses, atribuyéndoles poderes sobrenaturales de curación. El primer dios que se comenzó a adorar era Asclepio, y los templos construidos en su honor eran Asclepiones. Era el dios protector de las fuentes y manantiales, y los Asclepianos eran, en realidad, centros de baños situados en las proximidades de los manantiales minerales y termales. Los principales eran Epidaurin y Cas, Corinto y Pérgamo. Eran una mezcla de santuarios, hospitales y baños a los que acudían una multitud de enfermos atendidos por zácaros, portadores de llaves y profetas. Estos centros se fueron transformando en centros de salud, siendo el origen de los actuales establecimientos termales. Los romanos adoptaron los dioses griegos de las fuentes, como Mercurio, Hércules y las ninfas. Incluso en la Biblia aparecen referencias a baños con curas milagrosas, como Nooman, alimentados por manantiales intermitentes. En definitiva, existen muchos datos relacionados con fuentes naturales y lugares sagrados en los que se producen curaciones milagrosas. Existen muchos rituales cristianos relacionados con mitos paganos antiguos y con el agua, que han permanecido hasta nuestros días, como el de Fátima y Lourdes.

2. Baños e Higiene

Ya en el antiguo Egipto, Heródoto redacta cómo los baños higiénicos eran una costumbre entre sacerdotes y reyes, y solo estaban en casas de los ricos. Es en Roma donde se desarrollan unos baños perfectos que tenían una finalidad higiénica y preventiva más que terapéutica. Se construyeron acueductos para abastecer a la ciudad. Las instalaciones de los baños tenían:

  • Apodyterium: espacio decorado con pinturas donde se desvestían los asistentes.
  • Frigidarium: sala de reposo que tenía un baño frío.
  • Tepidarium: sala con un baño tibio para favorecer la sudoración moderada y donde se daban masajes.
  • Calidarium: se daban allí los baños más calientes y, a su vez, se dividían en sudatorium, laconicum, labrum y albeus.

El baño se seguía en un orden: primero se pasaba al apodyterium a desvestirse, después al tepidarium, calidarium y laconicum, y luego pasaban por el frigidarium, donde se bañaban con agua fría para provocar una sana relajación de la sangre. Gracias a estos baños, en Roma no hubo epidemias. El hipocausto, dotado de un sistema de calefacción en el suelo de las termas. En la Edad Media, algunas órdenes religiosas adoptaron una postura negativa hacia las termas, por lo que desaparecieron.

3. Baños y Salud

Ciertos manantiales se han usado desde la antigüedad con fines terapéuticos, como el de Corintio. La colonización griega fundó baños en otros lugares, como Himera, que se sigue usando en la actualidad. Durante el Imperio romano se fundaron numerosos balnearios, como los de Ischia o Baiae. Donde más baños se fundaron fue en las Galias y en el norte de África, y se les llamó balneum o vicus. También existieron balnearios dedicados a afecciones ginecológicas. Las aguas sulfurosas y los astringentes, como el aluminio, se usaban en enfermedades de la piel y en alteraciones gastrointestinales y urinarias. En los siglos XVII y XVIII se produce...

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