El Ser Humano como Imagen de Dios: Virtudes y Ley Natural

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El Ser Humano como Imagen de Dios

1. ¿Qué significa que “el hombre es imagen de Dios”? Consecuencias que se derivan de ello.

Lo que fundamentalmente hace al hombre ser hombre y lo distingue de las demás cosas es ser imagen de Dios. Dios ha creado al hombre a su imagen; esto significa que el hombre es el representante de Dios en la creación. Hace presente al Creador en el resto de su obra creada y, como “su otro yo”, preside y ejerce su señorío sobre el resto de la creación. Ser imagen de Dios le da al ser humano un puesto y una dignidad únicos e incomparables:

  • El hombre está llamado a entrar en diálogo con Dios.
  • Es un ser único, irrepetible e insustituible.
  • No es autónomo, depende de su Creador, y es digno de amor.
  • Es persona: individuo que tiene un fin en sí mismo, anterior e independiente del de la especie, debido a su componente espiritual e inmortal.

En consecuencia, si Dios es el Tú del hombre y, a su vez, el hombre es el Tú de Dios en este mundo, el otro no puede ser para mí una cosa, sino una persona. Cada hombre se comporta respecto a Dios según se comporta respecto a su semejante, que es imagen suya.

Las Virtudes Humanas

2. ¿Qué son las “virtudes”? ¿En qué dos grupos se dividen?

Cada persona humana tiene una peculiar fisonomía moral, conformada por actitudes y disposiciones habituales para el bien o el mal, que dirigen en un sentido o en otro su conducta. Las virtudes son actitudes o disposiciones firmes y constantes de la persona humana para obrar el bien moral. Por las virtudes, el hombre es libre y dueño de sí mismo en cada caso para obrar rectamente. Podemos dividirlas en dos grupos:

  • Virtudes morales: adquiridas por el esfuerzo humano.
  • Virtudes teologales: infundidas por Dios en el hombre.

Las virtudes morales no surgen espontáneamente, sino que las adquirimos con esfuerzo mediante actos deliberados donde la educación tiene un papel primordial. Estas virtudes necesitan arraigar en las virtudes teologales como la fe, la esperanza y la caridad, para que el cristiano sea capaz de vivir y obrar moralmente como corresponde a un hombre, hijo de Dios y configurado con Cristo en el Espíritu Santo.

La Ley Natural

3. ¿Qué es la “ley natural” y cuáles son sus características?

Podemos definir la ley natural como “la luz de la inteligencia infundida en nosotros por Dios”, por lo que podemos percibir los hombres lo que debemos y no debemos hacer o, lo que es lo mismo, distinguir entre el bien y el mal. La ley natural es el orden racional por el que el hombre es llamado por el Creador a dirigir su vida conforme a la dignidad singular de su persona: persona cuya vida se ha de realizar en la unidad de sus inclinaciones biológicas y espirituales y demás propiedades necesarias para que alcance su fin en Dios.

Posee dos características:

  • Universalidad: “la ley natural es universal en sus preceptos, y su autoridad se extiende a todos los hombres”.
  • Inmutabilidad: de la que se desprende “la existencia de normas objetivas de moralidad válidas para todos los hombres, de ayer, hoy y mañana”.

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