El Tiempo y la Identidad en la Poesía de Borges: Reflexiones sobre Heráclito, los Ríos, las Nubes, el Coyote y Alexander Selkirk

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El Tiempo y la Identidad en la Poesía de Borges

Heráclito

Tema: El tiempo

El poema comienza mostrando el paso cíclico del tiempo que se inicia en el crepúsculo, sigue con la noche, donde el sueño trae purificación y olvido, luego la mañana y la tarde, para volver a empezar. El origen del tiempo es inconcebible: “¿Qué trama es ésta del será, del es y del fue?”. Compara el tiempo con el río, que, como el tiempo, se lleva todo a su paso y es inconcebible (“...río (…) cuya fuente es inconcebible”) (“río (…) que arrastra mitologías y espadas”). Él mismo también es el río porque está hecho de una materia, de misterioso tiempo. De ahí surge la idea de que todo es un sueño y que los días surgen de él: “Acaso de mi sombra / surgen, fatales e ilusorios, los días”.

Son los Ríos

Tema: El tiempo

Nosotros, al igual que el tiempo, nos perdemos y, como en la parábola de Heráclito de “no nos bañamos dos veces en el mismo río”, no volvemos a repetir un momento. La comparación con los ríos también aparece en Arte Poética. Somos el agua y no el diamante porque nos evaporamos, nos vamos en algún momento de este mundo. Nosotros cambiamos, al igual que el reflejo del griego cambia en el agua y al igual que cambia el fuego. Está todo determinado, por eso somos ríos prefijados (también aparece en Everness y en El Muerto), rumbo al mar, es decir, a la muerte. Cuando nos vamos, todo nos dice adiós, todo se aleja. Sin embargo, hay cosas que quedan en la memoria, cosas que se quejan, cosas fuertes.

Nubes

Tema: El tiempo

Borges hace una comparación entre las nubes y nosotros, que somos cambiantes y pasajeros. Nada es concreto ni estable, todo es efímero. Cambia el modo en que vemos las cosas: “Lo es la Odisea que cambia como el mar”, “El reflejo de tu cara ya es otro reflejo”, “La numerosa nube que se deshace en el poniente es nuestra imagen”, “la rosa se convierte en otra cosa”. Los días son inciertos, no sabemos si todo es un sueño, si la vida tiene sentido: “la vida es un dudoso laberinto”. A pesar de los cambios, también eres las cosas que fuiste: “eres también aquello que has perdido”.

Al Coyote

Tema: El tiempo

El animal, a diferencia del hombre, vive en la eternidad del instante, mientras que los humanos vivimos en lo sucesivo. “Tuyo es el puro ser, tuyo el arrobo. Nuestra, la torpe vida sucesiva”. El ladrido del coyote es la expresión de soledad, ya que ladra en un desierto solo. El animal, a diferencia del hombre, vive en la eternidad del instante, mientras que los humanos vivimos en lo sucesivo. “Tuyo es el puro ser, tuyo el arrobo. Nuestra, la torpe vida sucesiva”. Todos los coyotes son el mismo coyote. “Tu perdido ladrido solitario símbolo de una noche que fue mía, sea tu vago espejo esta alegría”; esto, en el fondo, es un símbolo de su soledad, es él en algún mal de amores (Borges).

Alexander Selkirk

Tema: La identidad

Selkirk es un marinero que se pelea con su capitán y es exiliado a una isla desierta. Finalmente, regresa a su tierra, Inglaterra, y su historia fue la base para la historia de Robinson Crusoe. En el poema de Borges se plantea un desdoblamiento de la identidad, ya que él sueña, estando en su casa, con que sigue en la isla solo. Soy yo y el que se quedó en la isla: “Y cómo haré para que ese otro sepa que estoy aquí, salvado, entre mi gente”.

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