La Iglesia y la Ciencia: Una Historia de Colaboración

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Diferencias y Convergencias

Generalmente, ciencia y religión persiguen el conocimiento del universo usando diferentes metodologías. La ciencia se basa en la razón, el empirismo y la evidencia, mientras que las religiones incluyen la revelación, la fe y lo sagrado. A pesar de estas diferencias, la mayor parte de las innovaciones científicas y técnicas previas a la Revolución Científica fueron logradas a través de sociedades organizadas por tradiciones religiosas.

Percepción Pública y Estudios Internacionales

La investigación sobre la percepción de la ciencia por parte del público norteamericano concluye que los grupos más religiosos no ven ningún conflicto epistemológico general con la ciencia y no tienen diferencias con los grupos que no son religiosos en la propensión a la búsqueda de conocimientos científicos, aunque puede haber conflictos morales cuando los científicos hacen reconvenciones a los principios religiosos.

Estudios internacionales, que han consolidado datos sobre la religión y la ciencia desde 1981-2001, han señalado que los países con alta religiosidad también tienen una fe más fuerte en la ciencia, mientras que los países menos religiosos tienen más escepticismo sobre el impacto de la ciencia y la tecnología.

La Iglesia y su Relación con la Astronomía

El Observatorio Vaticano: Un Legado de Investigación

En contra de lo que muchos puedan creer e incluso manifestar abiertamente, como en el caso del último best seller de Dan Brown, Ángeles y demonios, la realidad es que la historia de la Iglesia está íntimamente ligada con el estudio de la ciencia. De hecho, uno de los centros astronómicos más antiguos del mundo, el Observatorio Vaticano, fue fundado por el Papa León XIII en 1891.

Antecedentes Históricos

Pero ya mucho antes, el Papa Gregorio XIII había creado una comisión científica, en el año 1582, encargada de estudiar los elementos necesarios para la realización de la reforma del calendario litúrgico. Desde entonces, la Iglesia ha apoyado constantemente la investigación científica. Tres han sido los Observatorios que han fundado diferentes Papas desde el siglo XVIII:

  • El Observatorio del Colegio Romano (1774-1878)
  • El Observatorio del Capitolio (1827-1870)
  • La Espécula Vaticana (1789-1821)

Todo ello con resultados tan notorios como la primera clasificación de las estrellas, según su espectro, por parte del jesuita Angelo Secchi.

Adaptación y Expansión del Observatorio

El crecimiento de la ciudad de Roma y la contaminación provocaron que se tomara la decisión, en el año 1957, de trasladar el Observatorio, originalmente a la sombra de la cúpula de San Pedro, a 35 kilómetros de distancia, en Castelgandolfo. Una vez allí, fue confiado a los jesuitas. Pero, con el tiempo, también este Observatorio acusó los efectos de la contaminación luminosa, por lo que, en 1993, el mundo científico pudo dar la bienvenida al Vatican Observatory Research Group, situado en Tucson, Arizona (Estados Unidos). Hoy es uno de los centros astronómicos más importantes del mundo.

Evidencias del Apoyo a la Ciencia

Una biblioteca, en Castel Gandolfo, con más de 22.000 volúmenes de incalculable valor, becas para estudiantes, revistas especializadas, y el apoyo de instituciones privadas dispuestas a financiar los proyectos de investigación promovidos por el Observatorio Vaticano, son algunas de las pruebas que parecen dejar sin argumentos a quienes sostienen que la Iglesia está en contra de la investigación científica.

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