Importancia del Sector Pesquero en España

El Sector Pesquero en España

1.1 La Población Pesquera

La población activa empleada en la pesca es el 0.7%. La población embarcada llega a 70.000 personas y la dedicada al marisqueo a 30.000, generando más de 500.000 puestos de trabajo. En los últimos años, esta cifra ha disminuido debido a la crisis del sector y la mecanización. Los convenios internacionales obligan a contratar a trabajadores extranjeros. La región norte de España no ocupa más de 1/3 del empleo, seguida por Cantabria y la zona suratlántica. En el Mediterráneo, el empleo está aumentando gracias a la actividad artesanal y con dedicación parcial. La dureza del trabajo influye en la edad de los trabajadores: 2/3 tienen menos de 45 años. Los de mayor edad se emplean en la pesca artesanal. Actualmente, no existe paro en el sector.

1.2 La Flota Pesquera

La flota pesquera ha experimentado una enorme transformación en cuanto a tecnologías de vanguardia, especialmente en sistemas de navegación. El tamaño de la flota es de 17.000 barcos y cerca de 600.000 TRB, lo que supone un 2% del total mundial. Hasta 1977, creció mucho por el aumento de la demanda, el bajo precio del combustible y el libre acceso a los caladeros. Hoy en día, es excesiva para los recursos pesqueros propios. Desde un punto de vista tecnológico, la flota costera y de bajura está muy anticuada, con empresas familiares que realizan la actividad a tiempo parcial. La flota de altura se renovó en la década de los 60 y es una de las mejores del mundo. Se organiza en grandes empresas con varios barcos cada una, utilizando técnicas modernas y con un aumento en el uso de congeladores. El envejecimiento de la flota se soluciona desguazando dos barcos viejos por cada uno nuevo.

1.3 Las Capturas

La pesca desembarcada se ha estabilizado en torno a 1.4 millones de toneladas, con buenas perspectivas. Está disminuyendo la pesca fresca y aumentando la congelada, debido a la faena en caladeros lejanos. Los peces representan el 84% del peso y el 72% del valor, los moluscos el 13% del peso y el 17% del valor, y los crustáceos el 3% del peso y el 13% del valor. La sardina, con 200.000 toneladas, es la especie más capturada, seguida de la pescadilla y la merluza con 100.000 toneladas cada una. Les siguen la anchoa, el jurel, el bacalao, en su mayoría con problemas de caladeros. El pez espada está en auge. Los cefalópodos y mariscos se obtenían de Marruecos, por lo que se buscan caladeros alternativos en Senegal, Angola y Mozambique.

1.4 La Comercialización

La demanda de productos pesqueros se sitúa en 1.9 millones de toneladas, a lo que se suman 0.3 millones de exportaciones y 0.8 millones de toneladas de importaciones. La acuicultura representa el 33% del mercado y sigue en auge. Se importan merluza, bacalao y crustáceos, principalmente de países comunitarios o Argentina, Marruecos y Namibia, con instalaciones de empresas españolas o mixtas. Entre las exportaciones destacan los envíos masivos de atún y pulpo a Japón, y conservas y precocinados a países de la UE. El comercio interior tiene un gran volumen y soporta demasiados intermediarios, lo que repercute en el precio, debido a prácticas monopolistas y márgenes excesivos. Hay zonas muy bien abastecidas y otras casi desabastecidas. El FROM trata de resolver estos problemas fijando precios de garantía que beneficien tanto a los pescadores como a los consumidores, y con un control de calidad que incide en el tamaño, la frescura y las técnicas de conservación. El destino principal de la pesca es el consumo humano (87%), el 40% se realiza en fresco. Los métodos de conservación son salazón, desecación y ahumado, y los más recientes, el enlatado y la congelación.

Enlatado

El enlatado surgió en la segunda mitad del siglo XIX y tuvo un gran auge en España. Actualmente supone un 15% de la producción. Galicia, Canarias y Cádiz son las zonas con mayor número de fábricas. La capacidad de conservación se calcula en 350.000 toneladas anuales, pero se trabaja muy por debajo de su capacidad por el encarecimiento del pescado y el aceite, y la bajada del consumo. Un grave problema es el minifundio empresarial, que dificulta la renovación. Las principales especies enlatadas son sardina, atún, caballa, bonito, mejillón y anchoa.

Congelación

La congelación ha aumentado hasta 1/3 del mercado gracias a los avances técnicos, los nuevos hábitos de consumo y un precio bastante razonable. Las empresas eliminan muchos intermediarios con este método.

Reducción

Consiste en la extracción de aceites o harinas de pescado, y está en aumento.