El Individuo y la Organización: Motivación, Frustración y Comportamiento en el Entorno Laboral
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El Individuo como Parte de la Organización
La empresa se fundamenta en tres pilares principales: los recursos materiales, los recursos financieros y los recursos humanos. Una empresa solo puede considerarse exitosa si cuenta con un recurso humano sólido y eficiente. Para alcanzar el éxito, las organizaciones se fijan objetivos como el aumento de la productividad, la disminución de costes y la mejora de la calidad.
Por otro lado, los empleados también tienen objetivos propios dentro del entorno laboral, entre los que destacan:
- Un salario competitivo
- Estabilidad laboral
- Oportunidades de ascenso profesional
- Beneficios sociales, como seguros de vida
- Un clima laboral positivo
Cuando los objetivos de la empresa y los de los empleados se alinean y se complementan, hablamos de objetivos integrados. Por el contrario, si estos objetivos no se complementan, se consideran objetivos divorciados, lo que puede generar conflictos y afectar negativamente el rendimiento general.
Individuos dentro de una Empresa
Dentro de una empresa, podemos identificar dos tipos de clientes:
- Cliente externo: Son las personas a las que la empresa vende sus productos o servicios. Para atraer y fidelizar a los clientes externos, las empresas utilizan estrategias de marketing y publicidad con el objetivo de identificar y satisfacer sus necesidades.
- Cliente interno: Son los empleados de la empresa. Su satisfacción y motivación son fundamentales para alcanzar el éxito, ya que son ellos quienes interactúan directamente con los clientes externos y contribuyen a la creación y entrega de los productos o servicios. El estudio del comportamiento organizacional se centra en comprender y mejorar la gestión del cliente interno.
Una pregunta clave que toda empresa debe plantearse es: ¿Qué induce al cliente a comportarse, pensar, sentir y actuar de una manera determinada? La respuesta a esta pregunta es crucial para la subsistencia y el éxito de cualquier organización.
El Comportamiento Humano
Motivación
- Motivo: Es la causa o razón que impulsa a una persona a comportarse de una manera específica.
- Motivación: Es la predisposición de un individuo a desarrollar un comportamiento orientado a alcanzar una meta u objetivo. Para que exista motivación, es fundamental que exista una necesidad previa. Como bien se dice, “la clave de la motivación es la necesidad”.
La conducta humana se basa principalmente en la satisfacción de necesidades. El proceso motivacional sigue los siguientes pasos:
- Percepción del estímulo
- Estimulo
- Sujeto
- Necesidad
- Deseo
- Comportamiento orientado a satisfacer la necesidad
- Resultado: satisfacción o frustración
Frustración
La frustración surge cuando una persona se esfuerza por alcanzar una meta y se encuentra con obstáculos que le impiden lograrlo. La forma en que un individuo enfrenta la frustración depende de su actitud y tolerancia. Existen diferentes tipos de frustración:
- Constructiva: La persona enfrenta el obstáculo y busca soluciones para superarlo. En lugar de rendirse, utiliza la frustración como un motor para seguir adelante.
- Destructiva: El individuo no logra manejar la frustración de manera saludable y puede manifestar reacciones negativas a nivel psicológico o físico, como agresividad, apatía, indiferencia, insomnio, taquicardias, infartos u otro tipo de somatización. Se estima que más del 80% de las bajas laborales están relacionadas con la somatización de la frustración y el estrés.
- Compensadas: La persona busca satisfacer la necesidad frustrada a través de otras actividades o experiencias. Este mecanismo de compensación ayuda a aliviar la frustración y encontrar satisfacción en otros ámbitos.
En el ámbito laboral, la frustración puede manifestarse de diversas maneras:
- Quejas y reclamaciones (internas y externas)
- Conductas inapropiadas
- Agresividad física o verbal
- Reacciones emocionales como ansiedad, insomnio (que pueden derivar en bajas laborales)
- Apatía y desinterés