Industrialización en Bélgica y Francia: Un Estudio Comparativo

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La Industrialización en Bélgica

El primer país que se industrializa en el continente europeo es Bélgica. Este país tenía una serie de ventajas como:

  • La proximidad a Inglaterra, por lo que llegan más noticias, técnicos, maquinaria, que a las zonas alejadas.
  • Está dotada de abundantes recursos de carbón y hierro.
  • Además, existía una secular tradición industrial manufacturera.

Con todo ello, pronto se crean centros industriales semejantes a los nuevos planteamientos que se introducen en Inglaterra. Surge una fuerte industria textil del algodón y grandes emplazamientos siderúrgicos con los nuevos métodos, principalmente. Estas nuevas instalaciones se hacen ya tempranamente, buscando el criterio de integración industrial, es decir, unir todas las fases productivas. Algunos centros tienen miles de obreros y reúnen desde el lugar donde está la materia prima hasta instalaciones para su distribución. Además, introducen las nuevas técnicas: mecanización, grandes fábricas, nuevos métodos como las fundiciones de altos hornos, red de ferrocarril y con ello se integró el mercado nacional.

Con todo, la novedad más destacada de este proceso es la que se introduce en el sistema bancario. En Bélgica se da la aparición de la banca moderna de inversión. El primer banco que se funda con esta finalidad es la llamada “Société Générale de Belgique”. Este es un banco de elevado capital que tiene la finalidad principal de promover todo tipo de empresas industriales mineras, siderúrgicas, químicas, de construcción, etc. que ayuda eficazmente al sector industrial que estaba expandiéndose. En parte, la disponibilidad de capital se vio favorecida por la llegada desde Francia de excedentes de capital francés, casi nueve décimas partes de las inversiones son posibles por este capital adicional que llegan del país vecino con la esperanza de un beneficio mayor que el que obtenía en su país.

La Industrialización en Francia

Francia es el tercer país de industrialización temprana, de crecimiento lento. Es un caso que tiene peculiaridades, porque une a los rasgos modernos otros rasgos de perfil atrasado. Francia logra en tecnologías avances que le den la iniciativa en ciertos sectores importantes como: la energía, el acero o trabajos de ingeniería, que le permite un desarrollo continuado. De 1820 a 1848 se consiguen las innovaciones para un crecimiento continuado, por ejemplo, la producción de carbón pasó de 1 a 5 millones de toneladas. Este crecimiento industrial hizo posible un comercio exterior que alcanza el segundo lugar tras Inglaterra. Consigue aquí un superávit del que obtiene suficiente capital para financiar no solo el desarrollo nacional, sino también realizar grandes inversiones en el exterior. Es el segundo país inversor después de Inglaterra.

El proceso se consolida con la construcción de una red de ferrocarriles, que es un poderoso estímulo para la economía, para la demanda de materiales y la integración del mercado. Un rasgo especial es el pequeño nivel de las empresas, que en su mayoría son familiares y con menos de 50 obreros. Tiene incluso un carácter artesanal en el que predominan los bienes de consumo. Ahora bien, no es indicio de escaso nivel porque produce artículos de lujo.

El Sistema Financiero Francés

El sistema financiero en Francia tiene idéntica combinación que la economía real. Este sistema tuvo fuertes contratiempos para consolidarse en las prácticas modernas, dos principalmente:

  • El primero es la quiebra, en 1720, del banco real fundado por John Law.
  • El segundo es el episodio de las emisiones de papel moneda durante la Revolución Francesa (1790), conocido como “los asignat”, asignados o garantizados por valores de la tierra.

La normalización del sistema financiero en Francia ocurre tras la fundación, en 1802 por Napoleón, del Banco de Francia. Es un banco del gobierno, no comercial y va a garantizar la creación y funcionamiento de estas instituciones. Hacia 1830 se crean los primeros bancos de inversión y la llamada “alta banca” con sede en París. Están poco relacionados con operaciones del público en general y solo operan con créditos solicitados por grandes comerciantes e industriales. Un ejemplo de esta banca es la casa Rothschild.

Innovaciones Financieras en Francia

Una innovación destacable fue la iniciativa de Jacques Laffitte, que había sido gobernador del Banco de Francia, de fundar la Caja General del Comercio y la Industria. La funda como sociedad en comandita para evitar las limitaciones legales. El objetivo de esta sociedad eran las inversiones a corto plazo en el comercio, pero también a largo plazo en la industria. Para financiar esas actividades, Jacques Laffitte innova en los instrumentos. Introduce una letra denominada “billetes a la orden”, negociable con interés y pagadera entre 5 y 30 días, que entregaba a cambio de los depósitos, es decir, por el pasivo. A continuación, surgen otras cajas que imitan los procedimientos, todo lo cual permitió movilizar millones de francos hacia las nuevas demandas del desarrollo económico.

En los años sesenta aparecen el Crédit Mobilier y el Crédit Lyonnais. Estos eran bancos de negocio que actúan a gran escala, interviniendo en la financiación de ferrocarriles, obras públicas, sectores industriales, tanto en Francia como extendiéndose a otros países. Ambos operaban como bancos de depósitos y de descuentos, aunque su preferencia estaba en operaciones de banca universal. El Banco de Francia emprende entonces una extensión de sucursales para dotar a las provincias de estos establecimientos.

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