Inicio de la Guerra Civil Española: La Sublevación Militar de 1936 y la División de España

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La Sublevación Militar y el Inicio de la Guerra Civil Española (1936-1939)

El Detonante Inmediato

Al clima de radicalización, violencia callejera y bipolarización de la vida política española, se unieron dos asesinatos determinantes: el 12 de julio fue asesinado el teniente de la Guardia de Asalto, el socialista José del Castillo, por la extrema derecha (probablemente Falange); en respuesta, el 13 de julio fue asesinado el líder derechista José Calvo Sotelo. Este último acontecimiento adelantó los planes de los conspiradores.

El Golpe de Estado y su Resultado Inicial

El 17 de julio de 1936 se sublevó la guarnición de Melilla, extendiéndose la rebelión al resto del Marruecos español y a la península al día siguiente, 18 de julio.

Sin embargo, el golpe militar fue un fracaso parcial. Una parte importante del Ejército y de las fuerzas del orden (Guardia Civil y Guardia de Asalto) permanecieron fieles a la República. El golpe fracasó en ciudades clave:

  • Madrid (liderado por el general Fanjul)
  • Barcelona (liderado por el general Goded)
  • Valencia

En otras partes, en cambio, la sublevación militar se impuso:

  • El general Franco, que estaba en Canarias, asumió el mando del Ejército de África y lo trasladó a la península.
  • En Sevilla, el general Queipo de Llano se hizo con el poder.
  • En Navarra, triunfó la sublevación de la mano del general Mola (el 'Director' de la conspiración).
  • En Zaragoza, también triunfó gracias a la actuación del general Cabanellas.

La sublevación militar triunfó en buena parte de España (Galicia, Castilla y León, parte de Extremadura, Aragón, Baleares -excepto Menorca- y Canarias), pero fracasó en áreas cruciales como Madrid, Cataluña, la franja cantábrica (excepto Navarra y Oviedo), la zona levantina y parte de Andalucía.

Balance Inicial de los Bandos Enfrentados

Recursos Territoriales y Económicos

Del lado de la República quedó el norte, centro y este de España, controlando así la mayor parte de las zonas mineras e industriales. En la España rebelde (autodenominada 'nacional'), la población y la industria eran menores, pero los recursos agrícolas eran mayores. Los recursos financieros (reservas de oro del Banco de España) quedaron inicialmente en manos de la República.

Fuerzas Militares

Aunque no hay cifras exactas, la división inicial de las fuerzas fue la siguiente:

  • Generales: De los 18 generales con mando de división, solo cuatro se sublevaron (Cabanellas, Goded, Queipo de Llano y Franco).
  • Armas: Quedaron con la República aproximadamente el 66% de la aviación, un 65% de los efectivos de la marina y el 47% del ejército de tierra.
  • Fuerzas de Orden Público: La República mantuvo la lealtad del 51% de la Guardia Civil y el 70% de la Guardia de Asalto.
  • Oficialidad: Para la República fue un grave problema la falta de mandos intermedios, ya que cerca del 80% de los oficiales se unieron a la España sublevada.
  • Tropas: Las tropas iniciales se estiman en unos 130.000 soldados leales a la República frente a unos 145.000 sublevados. De estos últimos, aproximadamente 47.000 pertenecían al experimentado Ejército de África, bajo el mando de Franco.

Reorganización Militar Republicana

En el lado republicano, ante la desorganización inicial y la ausencia de oficiales profesionales, hubo que improvisar y nombrar nuevos mandos. La necesidad de organizar la defensa llevó a la República a crear un nuevo ejército popular, dando lugar a la aparición de unidades como las Brigadas Mixtas.

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