Jorge Manrique y las Coplas a la Muerte de su Padre: Un Legado Poético
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Jorge Manrique: Poeta del Cancionero
Jorge Manrique fue un buen poeta del cancionero. Su poesía amorosa, dentro de lo artificioso del género, muestra una de las voces más personales del momento. Pero si hoy se le valora como el mejor poeta de su siglo es por un único poema: las Coplas a la muerte de su padre.
El Autor
Manrique perteneció a una de las grandes familias de la nobleza castellana. Participó en diferentes batallas junto a su padre. Su figura encarna el ideal cortesano: la valentía en el combate y la habilidad en las letras. Representante de la aristocracia guerrera, hombre culto humanista.
El Tema
Es una elegía que desarrolla el tema de la muerte. El tema de la muerte fue muy frecuente en la Edad Media; desde la perspectiva cristiana, la muerte era vista como liberadora ya que abría las puertas a la vida eterna. Sin embargo, en los siglos XIV y XV, era habitual presentar la muerte como un personaje terrorífico que igualaba a todos bajo su poder. Manrique ofrece una novedad: presenta una visión serena, exenta de cualquier tono macabro desagradable.
Estructura
Consta de 40 estrofas de 12 versos: las coplas de pie quebrado, formadas por una sextilla doble de versos de 8 y 4 sílabas, llamada desde entonces manriqueña en honor al poeta:
8a 8b 8c 8a 8b 4c; 8d 8e 4f 8d 8e 4f.
- Reflexión sobre la fugacidad de la vida y la certeza de la muerte. Recrea los temas clásicos o tópicos que se conocen con expresiones latinas tempus fugit y memento mori.
- Evocación emotiva y nostálgica del pasado. Va recordando su fugacidad mediante interrogaciones: ¿qué fue de...? o ¿qué se hizo de...?, fórmulas que representan el tópico literario ubi sunt ("¿dónde están?").
Estilo
Sencillo y antirretórico. La naturalidad contrasta con la gravedad del tema. Combina sencillez y profundidad.
Sentido
La obra de Jorge Manrique recoge la sensibilidad del final de la Edad Media, mientras que la figura de su padre, el protagonista del poema, encarna las virtudes caballerescas y cristianas medievales. Manrique muestra rasgos prerrenacentistas como la valoración de la fama y la delicadeza y elegancia con que trata el tema de la muerte.
El Romancero
El prestigio de los romances va unido a la valoración de lo tradicional, que nace hacia finales del siglo XV por influencia humanista. Los poetas cultos y los cortesanos se interesan por las canciones que se transmitían oralmente, al margen de la poesía culta, y las incorporan a los cancioneros musicales, que recogen letra y música, y que se usaban para cantar en las cortes. Se recopilan las canciones líricas tradicionales y los romances. En los siglos XVI y XVII se confeccionarán las colecciones de romances: los romanceros.
- Romances viejos: anónimos que se transmitían oralmente y que por eso presentan variantes de un mismo poema; en el siglo XV tuvieron una gran difusión. Algunos de esos tratan sobre los mismos temas que los cantares de gesta perdidos. La hipótesis es que serían fragmentos desgajados que permanecieron en la memoria popular; partes especialmente líricas o intensas, de ahí el tono épico-lírico de la mayoría de estos.
- Romances nuevos o artísticos: son las composiciones escritas por autores conocidos a imitación de los anteriores.