El Liberalismo y el Nacionalismo en el Siglo XIX: De la Revolución Francesa a la Restauración
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El Liberalismo Político
Gracias a la Revolución Francesa, nace el liberalismo:
- Igualdad jurídica ante la ley. Sustitución de súbdito y súbdita por ciudadano.
- Defensa de las libertades individuales reconocidas en las Declaraciones de Derechos y en la Constitución.
- Laicismo, separación entre Estado e Iglesia.
- Participación de la ciudadanía, como depositaria de la soberanía nacional, mediante el sufragio (voto) de forma directa o representativa.
- División de poderes: ejecutivo (gobernar el país de acuerdo a las leyes, poder en manos del gobierno; legislativo (hacer las leyes, aprobar presupuestos y controlar al gobierno: poder en manos de las Cortes o Parlamento elegido por el pueblo); poder judicial (hacer cumplir las leyes y juzgar los delitos, en manos de jueces y tribunales).
El Nacionalismo
La Revolución Francesa ideó el principio de nación para designar al conjunto de la sociedad formada por ciudadanos iguales ante la ley. En este sentido, nación es Estado, entendido como la suma de los ciudadanos que lo componen y eligen a sus representantes. Pero en Alemania surgió una nueva interpretación del concepto de nación, introduciendo la idea de la herencia común de una misma raza, lengua e historia. No hay que destacar el hecho de pertenecer a un mismo Estado, sino al hecho de tener una historia común. El hecho de ser Estado o no, no tiene nada que ver con el hecho de ser nación. Esta interpretación germana del nacionalismo se vería también en España a través de lo que se dieron en llamar nacionalismos periféricos (Galicia, País Vasco y Cataluña). No eran Estado, pero se sentían nación, por compartir lengua e historia.
Evolución Histórica
Tras la Revolución Francesa
¿Qué sucedió tras la Revolución Francesa (1789-1799)? Pues que Napoleón llega al poder en Francia, continúa de forma victoriosa las guerras en Europa, conquistando territorios que formarán su Imperio y serán gobernados por personas de su confianza. Pero muy importante será el hecho de que, a pesar de que Napoleón centra todo el poder en sus manos y no lo comparte con el pueblo, sí que contribuye a la expansión de las ideas sociales de la Revolución: abolición de los privilegios de nacimiento, igualdad jurídica ante la ley, desarrollo científico y educativo... España también será ocupada por las tropas napoleónicas, librándose una guerra que durará 5 años. Lo más importante para nuestro país será que fue una guerra en defensa de un nuevo modelo de Estado, el liberal, que se constituiría a partir de las Cortes de Cádiz en 1810 y de la aprobación de "La Pepa", la Constitución de Cádiz de 1812. Pero cuando Napoleón sea vencido y vuelva a España el rey borbón Fernando VII, este acabará con el liberalismo y volverá a imponer la monarquía absoluta y los privilegios.
La Restauración
Tras la derrota de Napoleón, llegará a Europa el período conocido como Restauración. El proceso de Restauración se entiende como la reacción de los gobiernos (reyes) europeos frente a la amenaza de la expansión de las ideas de la Revolución Francesa. Defendieron la idea de que la monarquía absoluta era la forma de gobierno natural, fruto de la alianza entre el trono (monarca) y el altar (Dios). El poder y la autoridad, residen en el rey, quien goza de plenos poderes y es el legítimo gobernante. De este modo, negaban los principios de soberanía nacional, de representación mediante sufragio y la igualdad jurídica ante la ley. Para garantizar la permanencia de esta situación se creó la Santa Alianza: si en un país el pueblo se sublevaba, el rey de ese país pediría ayuda militar a los reyes vecinos para acabar con las revueltas. El proyecto se mostró débil, y no sería finalmente capaz de frenar la ola revolucionaria liberal que se extendería por Europa a lo largo de este siglo XIX. Las oleadas revolucionarias se sucedieron en los años 1820, 1830 y 1848 y la Santa Alianza no pudo acabar con las ideas liberales. A partir de 1850 ningún gobierno europeo será ya absolutista (excepto Rusia) y en el poder se sucederán gobiernos liberales, generalmente de carácter moderado, no democrático.