Las Mareas y el Cielo: Fenómenos Naturales
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Las Mareas
Las aguas oceánicas ascienden y descienden periódicamente. El ascenso y descenso del nivel de las aguas se llama mareas. Se llama marea alta cuando se alcanza la altura máxima; demora 6 horas y 12 minutos y dura media hora después de ese tiempo. Demora lo mismo en descender. Se logra una estabilidad que dura 1/2 hora y ahí es cuando las aguas tienen un nivel denominado marea baja o baja mar. El fenómeno siempre se repite 2 veces al día.
Las mareas se producen por la atracción gravitatoria que ejerce el sol y la luna sobre nuestro planeta. La atracción gravitatoria se debilita con la distancia entre ellos, entonces la luna atrae con mayor intensidad a la cara opuesta; esa diferencia causa una deformación en el océano y se levanta hacia nuestro satélite. El centro de la tierra es atraído con más intensidad que una cara; la atracción lunar hace que el océano del lado opuesto sea elevado por compensación.
El sol produce mareas, pero de menor intensidad. Cuando las acciones gravitatorias de los dos se complementan, se observan mareas más fuertes. Si la luna está en fase llena o nueva, los efectos de los dos astros se suman y se producen flujos mucho más grandes que los comunes. Cuando la luna está en cuarto creciente o en cuarto menguante, como las acciones del propio sol y luna sobre el planeta son opuestas, las mareas son pequeñas y se llaman mareas muertas o de cuadratura.
El Cielo
El cielo es una ilusión óptica propia de todos los humanos. El horizonte nos impide ver lo que está debajo de él, ya que las estrellas están dispuestas sobre una gran esfera de la cual, en cualquier instante, solo veremos la mitad.
La Luz Solar y la Atmósfera Causan el Color del Cielo
El cielo puede presentar variaciones de coloraciones dependiendo de la hora del día o de cómo esté el tiempo. En un día sin nubes, es azul claro durante la mañana y la tarde; cuando se va el sol, es azul oscuro o negro. Si queremos ver el cielo negro, hay que ir a un lugar lejos de las luces de la ciudad cuando no se ve la luna.
La interacción entre la luz del sol y los componentes de la atmósfera es la causa del color del cielo. Lo vemos azul por la combinación de algunos efectos como la dispersión de la luz y la difusión de la luz.