La Mediación: Claves para la Resolución de Conflictos
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La Mediación: Un Proceso para la Resolución de Conflictos
La mediación se caracteriza por la intervención de una tercera persona imparcial, el mediador o mediadora, que facilita la relación entre los protagonistas del conflicto para que puedan llegar a negociar y a resolverlo. Se puede ver como una forma de negociación cooperativa asistida por expertos. Es la técnica más nueva, la más usada y la que permite mayores éxitos en la resolución de conflictos entre personas enfrentadas, porque combina la participación de los protagonistas con la intervención de un experto. El mediador o la mediadora no decide sobre el fondo del conflicto ni sobre las soluciones; lo que hace es estimular y controlar el proceso y garantiza que los participantes cumplan ciertas reglas y sigan las etapas del procedimiento.
Normas de la Mediación
- Respetar el turno de palabras, que regula la mediadora.
- Referirse al otro protagonista respetuosamente, por su nombre.
- Contar lo que ha pasado desde el punto de vista propio, sin juzgar ni atribuir intenciones.
- Escuchar la versión del otro, sin interrumpirlo. Si se quiere, se pueden tomar notas, para recordarse de lo que se quiere decir, cuando toque el próximo turno de palabra.
- Mantener el secreto sobre lo que se lleva a la mediación (confidencialidad).
- Colaborar en la definición del conflicto, en la investigación de soluciones que puedan convenir a las dos partes y en la concreción del acuerdo.
- Cumplir lo que se acuerde.
El Modelo de Mediación de Gernika
En los centros escolares se extiende la mediación entre iguales (alumnos voluntarios que han hecho un cursillo de capacitación). Un modelo a destacar es el del centro de investigación para la paz Gernika Gogoratuz. Este modelo pone el énfasis en el mejoramiento de las relaciones. Cuando las relaciones son malas, antes de iniciar el proceso formal de la mediación es conveniente aplicar la premediación. Se trata de un proceso en que el mediador va estableciendo relaciones con cada participante para conocer sus percepciones, posiciones y necesidades. Al mismo tiempo, se comparten los sentimientos y lo prepara para la mediación. Este proceso informal de acercamiento también se denomina conciliación.
La mediación formal se basa en una o más reuniones conjuntas (con todos los implicados). Se pueden añadir, si hace falta, reuniones separadas. Las fases son:
- Acogida.
- Entramos.
- Contamos.
- ¿Qué tratamos?
- ¿Qué proponemos?
- ¿Qué haremos?
Es deseable que la mediación acabe con la aprobación y la firma de un acuerdo. No siempre es posible, pero es casi seguro que se habrá producido una evolución del conflicto. En todo caso, hay que insistir en una condición de la mediación: la voluntariedad.
¿Qué Hacen y Qué No Hacen los Educadores?
- Exponen las normas de funcionamiento.
- Mantienen el respeto.
- Si hace falta, hacen una pausa u organizan sesiones separadas.
- Piden la versión propia a cada participante.
- Escuchan activamente lo que le cuentan.
- Hacen preguntas para aclarar cuestiones.
- Propician que se expliciten las necesidades y los intereses que se ocultan detrás de las posiciones.
- Piden que se presenten opciones y que se negocie.
- No hacen juicios sobre quién tiene razón ni critican las opciones.
- Aseguran la neutralidad y la confidencialidad.
Límites de la Mediación
La mediación mejora las relaciones y sirve para prevenir futuros conflictos, propiciando que la gente aprenda a resolver los conflictos y sea capaz de hacerlo a solas. Ahora bien, aunque la mediación sea a menudo una técnica eficaz, no garantiza los resultados. Hay que tener en cuenta que la mediación tiene unos límites: requiere unas condiciones y no todos los conflictos son mediables.
- Los mediadores no resuelven el problema.
- El mediador no es un terapeuta ni lo tiene que intentar.
La mediación no conviene en los siguientes casos:
- Cuando se descubre un delito o una violación de las normas que se tiene que denunciar.
- Cuando se pretende coaccionar o amenazar a alguien. La mediación no es válida bajo la presión de la fuerza.
- Cuando una de las partes muestra carencias o trastornos que la incapacitan para la negociación.
- Cuando hay un notorio desequilibrio de poder.
- Cuando no se cuenta con la persona formada para hacer de mediador/a.
- Cuando el conflicto todavía no ha acabado de salir a la luz.
- Cuando el conflicto deliberadamente pretende denunciar el estatu quo o subvertirlo.
Problemas Comunes en la Mediación
- Emociones intensas.
- Acusaciones mutuas.
- Carencia de entrenamiento.
- Desaliento, desesperación.
- Personalización, crítica y descalificación del otro.
- Una persona no se expresa.
- Dispersión, a la hora de hablar.
- No se toman decisiones.
- Estancamiento de las posiciones. No se pueden poner de acuerdo sobre un punto aparentemente insignificante.