El Misterio de la Trinidad en el Cristianismo

Clasificado en Religión

Escrito el en español con un tamaño de 2,54 KB

Estudiar la Trinidad es adentrarnos en el proyecto de Dios por acercarse a los hombres y liberarnos del sufrimiento y de la muerte para guiarnos hacia la plena felicidad. Si Dios es Dios, es Salvador y liberador de este mundo que sufre. ¿Y cómo se manifiesta? La respuesta es la Trinidad.

La Resurrección de Jesús es la culminación de este misterio de Dios Trinidad.

El Dios Trino

Dios Padre

El Dios cristiano es el Abba de Jesús:

Dios es el Padre de Jesús. En muchos momentos de su vida Jesús expresa la conciencia que tenía de que Dios era para él un Padre y que él era para Dios su Hijo. En esta relación original y única, el Padre, por amar a los hombres, envía a su Hijo. Un Dios al que Jesús reza llamándole Abba, mostrando que tiene en él puesta toda su confianza y que lo obedece para agradarle y hacer su voluntad desde su nacimiento hasta su muerte.

Jesucristo

Si Dios es Dios, es Salvador y liberador de este mundo que sufre. ¿Y cómo lo hace? La respuesta es Jesucristo.

Espíritu Santo

En espíritu que precede del Padre y del Hijo.

El Espíritu Santo es principio de libertad.

El Espíritu es consolación para el mundo y testigo de la verdad. El Espíritu actúa en el interior de los cristianos y de la Iglesia, creando en ellos el deseo de dar testimonio del amor de Dios Trinidad. El Espíritu Paráclito es como un abogado defensor de los pobres y desfavorecidos. Él da testimonio de que Dios está de parte de todos los que sufren para ofrecerles su consuelo y aliento.

Paráclito: significa defensor, abogado, intercesor. Se refiere al Espíritu Santo como el que va a defender a Jesús y a los discípulos de los enemigos que se les presentan en la vida.

Primeras Formulaciones Dogmáticas de la Trinidad

Concilio de Nicea (325 d.C.)

El Concilio de Nicea afirma que Jesús es Dios porque es de la misma naturaleza que el Padre. El primer artículo se refiere a Dios Padre como el creador de todo cuanto existe. El segundo se refiere a Jesús en los términos ya explicados. El tercero es una explícita mención a la fe en el Espíritu Santo.

Concilio de Constantinopla (381 d.C.)

El Concilio de Constantinopla declara que el Espíritu procede del Padre, es decir, que también tiene origen eterno y por lo tanto es Dios. Por lo cual, con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria. Por lo tanto, hay una continuidad entre la fe en el Dios Espíritu del pueblo de Israel y la fe de la Iglesia en el Espíritu de Jesús.

Entradas relacionadas: