Modernismo literario: La renovación del lenguaje y la métrica
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Renovación del Lenguaje
El Modernismo supuso un enriquecimiento estilístico innegable en dos direcciones principales:
- Por un lado, la brillantez y los grandes efectos, que corresponden a sus esplendorosas evocaciones.
- Por otro lado, la delicadeza y la sutileza, tonos más acordes con la expresión de la intimidad.
Este enriquecimiento se manifiesta en varios aspectos:
Color
Se consiguen riquísimos efectos plásticos en ambas direcciones: desde lo más brillante (amor lleno de púrpuras y oros) hasta lo tenuemente matizado (diosa blanca, rosa y rubia hermana).
Musicalidad
Los efectos sonoros también se ven enriquecidos, desde los acordes rotundos hasta la musicalidad lánguida o simplemente juguetona.
Recursos Estilísticos
Se observa un gran valor ornamental, abundantes recursos fónicos y una destacada musicalidad. Se utilizan simbolismos fonéticos, armonía imitativa y aliteración. El léxico se enriquece con cultismos, voces de exóticas resonancias y adjetivación ornamental. La preeminencia de lo sensorial se manifiesta en el copioso empleo de sinestesias, a veces audaces. A esto se añade la riqueza de imágenes, no pocas veces deslumbrantes y novísimas.
La Métrica
El ansia de armonía y el «imperio de la música» conducen a un inmenso enriquecimiento de ritmos. Se prolongan las aportaciones de los románticos, se incorporan formas procedentes de Francia, se resucitan versos y estrofas antiguos, y a todo ello se añaden hallazgos personalísimos. Los ejemplos que se presentan a continuación pertenecen a Rubén Darío:
El Verso
- El verso preferido es el alejandrino, enriquecido con nuevos esquemas acentuales, y combinado con versos trimembres (el trimètre romantique francés). Ejemplo:
Adiós —dije—, países / que me fuisteis esquivos; adiós, peñascos / enemigos / del poeta. - También a la influencia francesa se debe el abundante cultivo de dodecasílabos (6+6: «Era un aire suave de pausados giros») y de eneasílabos, apenas usados en nuestra poesía («Juventud, divino tesoro...»). Naturalmente, los versos más consagrados —endecasílabo, octosílabo, etc.— siguieron siendo abundantemente usados.
- Fundamental es el gusto por los versos compuestos de pies acentuales con su marcado ritmo. Ejemplos de pies ternarios:
- Dáctilos (óoo): «Ínclitas razas ubérrimas, sangre de Hispania fecunda»
- Anfíbracos (oóo): «¡Ya viene el cortejo! Ya se oyen los claros clarines!»
- Anapestos (ooó): «La princesa está triste; ¿qué tendrá la princesa?»
La Estrofa
- Se inventan o importan muchas estrofas. El soneto, por ejemplo, ofrece nuevas modalidades: sonetos en alejandrinos, en versos de desigual medida, o con disposiciones distintas de las rimas.
Artificios Métricos
La métrica se enriquece con múltiples artificios complementarios: uso especial de rimas agudas o esdrújulas, rimas internas, armonías vocálicas, paralelismos y simetrías que refuerzan el ritmo.