El ser necesario filosofía
Clasificado en Filosofía y ética
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3) La Contingencia (posibilidad): La 3º vía que lleva de los seres contingentes a ser necesario está inspirada en Averroes y en Maimónides (S.XII). El ser que experimentamos esta en perpetuo devenir: unas cosas se generan y por tanto tienen posibilidad de existir; otras se corrompen y, por lo mismo, tienen posibilidad de no existir. Poder existir o no existir es no tener una existencia necesaria, es decir, contingente. Ahora bien, lo necesario no necesita de una causa para existir, y precisamente porque es necesario, existe por sí mismo. En cambio, lo posible no tienen en si mismo la razón suficiente de su existencia; y si no hubiese absolutamente nada más que seres posibles en las cosas, nada abría. Para que lo que podía ser sea, es necesario antes algo que sea y lo haga ser. Como la serie de causas no puede ser infinita, el ser necesario por si, causa de todos los seres posibles, no puede ser otro que Dios.
especifico:Esta vía parte de la premisa “aquello que puede no ser, alguna vez llega a no ser”, y lleva hasta Dios como Ser Necesario, fundamento de toda contingencia.
En filosofía se llaman seres contingentes aquellos que existen después de no haber existido, y que pueden dejar de existir después de haber existido. Son seres limitados y constituidos por el no-ser; son, pero pueden o podrían no ser. El ser contingente se opone al ser necesario, que no solo es, sino que no puede no ser, es decir, que tiene que ser.
-Si solo hubiera lo contingente, entonces no habría nada; si todas las cosas fueran contingentes, entonces no existiría ninguna. Porque no cabe comprender: a) como lo contingente comenzó a ser a partir de la nada absoluta; b) como no ha dedo ya de ser.
-Pero existe algo, el mundo. Luego es preciso que exista un Ser necesario, Dios, como razón de ser de los seres contingentes.
El hecho de que las cosas nazcan y mueran demuestra que su existencia no es necesaria, sino contingente; pero si no hubiera nada necesario, ¿en que se apoyarían esos seres, que, teniendo la posibilidad de no ser, pueden existir siempre, y habría vuelto ya a la nada, al realizarse en algún momento tal posibilidad? Dios, pues, es esa causa necesaria que mantiene a los seres contingentes en el ser. Esa posibilidad de no ser, que las realidades contingentes tienen, se habría cumplido hace mucho tiempo, si no hubiera una existencia necesaria que las sostuviera en el ser necesario que impide que los seres contingentes, abandonados a sí mismos, terminen hundíéndose en el no ser.
especifico:Esta vía parte de la premisa “aquello que puede no ser, alguna vez llega a no ser”, y lleva hasta Dios como Ser Necesario, fundamento de toda contingencia.
En filosofía se llaman seres contingentes aquellos que existen después de no haber existido, y que pueden dejar de existir después de haber existido. Son seres limitados y constituidos por el no-ser; son, pero pueden o podrían no ser. El ser contingente se opone al ser necesario, que no solo es, sino que no puede no ser, es decir, que tiene que ser.
-Si solo hubiera lo contingente, entonces no habría nada; si todas las cosas fueran contingentes, entonces no existiría ninguna. Porque no cabe comprender: a) como lo contingente comenzó a ser a partir de la nada absoluta; b) como no ha dedo ya de ser.
-Pero existe algo, el mundo. Luego es preciso que exista un Ser necesario, Dios, como razón de ser de los seres contingentes.
El hecho de que las cosas nazcan y mueran demuestra que su existencia no es necesaria, sino contingente; pero si no hubiera nada necesario, ¿en que se apoyarían esos seres, que, teniendo la posibilidad de no ser, pueden existir siempre, y habría vuelto ya a la nada, al realizarse en algún momento tal posibilidad? Dios, pues, es esa causa necesaria que mantiene a los seres contingentes en el ser. Esa posibilidad de no ser, que las realidades contingentes tienen, se habría cumplido hace mucho tiempo, si no hubiera una existencia necesaria que las sostuviera en el ser necesario que impide que los seres contingentes, abandonados a sí mismos, terminen hundíéndose en el no ser.