Neoclasicismo: Características, Pintura y la Transición de Goya

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Neoclasicismo: Características Generales

El término Neoclasicismo surgió a principios del siglo XIX con un acentuado valor peyorativo. Se utilizó para denominar una breve etapa de aparente "imitación" de los modelos de Grecia y Roma, en la que se produce un arte intelectualista, academicista e impersonal. Se extendió a Europa en la segunda mitad del siglo XVIII y tuvo su máxima expresión en la creación del llamado estilo neoclásico. El Neoclasicismo fue una reacción contra los excesos del Barroco y del Rococó. Pretendió abandonar la imaginación y someter al arte a los designios de la razón, buscando el equilibrio y la armonía ideal de las formas clásicas. Por ello, el arte neoclásico se construye a partir de un concepto estético basado en los modelos griegos, que se consideran superiores, así como la revisión o la adaptación de este modelo al mundo del siglo XIX. El arte neoclásico quiso ser un arte moderno y comprometido con la problemática de su tiempo.

El academicismo, es decir, la necesidad de ajustarse a unas normas establecidas por las academias, fue un rasgo fundamental del Neoclasicismo. Este hecho coincide a la perfección con el espíritu racionalista de los hombres de la Ilustración.

El Orden y la Frialdad de la Pintura Neoclásica

A pesar de las escasas muestras de pintura del mundo clásico conservadas, la pintura neoclásica, como reacción a los divertimentos del Rococó, se inspiró en el orden y el equilibrio de la antigüedad. Siguiendo este concepto, se establecieron tres características pictóricas principales:

  • a) Aplicación estricta de la perspectiva lineal, situando a los personajes en un plano único.
  • b) Predominio del dibujo frente al color y uso de colores puros para precisar sus contornos; una luz fría da solemnidad al conjunto.
  • c) Predilección por la temática del mundo clásico, las figuras desnudas y los contenidos ideológicos, heroicos y moralizantes.

La pintura neoclásica pretendió trasladar la coherencia compositiva racional a la nueva situación revolucionaria, y ello se refleja en los temas cultivados: clásicos, históricos y mitológicos, con constantes referencias a la libertad y a los sentimientos que dieron paso al Romanticismo. Los principales pintores neoclásicos fueron Anton Raphael Mengs, Jean-Auguste-Dominique Ingres y, sobre todo, Jacques-Louis David.

Goya: Entre la Tradición y la Ruptura

En España, Francisco de Goya representó el cambio. Su obra, difícil de clasificar estilísticamente, se movió entre un clasicismo personal y un romanticismo crítico. En su primera etapa de formación en Italia, Goya tuvo como modelo la pintura del Barroco italiano tardío, tendencia que abandonó por un academicismo personal no exento de realismo.

Gran retratista, su obra más conocida en este género es La familia de Carlos IV, parangón de Las Meninas de Velázquez. También es destacable un cuadro titulado Maja, una figura femenina desnuda que, a diferencia de obras como la Venus del espejo de Velázquez, que es su precedente, no se justifica con alusiones a la mitología, sino que se ajusta estrictamente a la realidad, sin añadir a la obra más lectura que la de un retrato de la duquesa de Alba.

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