Nietzsche: Crítica a la Metafísica Occidental y el Vitalismo
Enviado por Sergio Fernandez y clasificado en Filosofía y ética
Escrito el en español con un tamaño de 3,25 KB
Crítica, Vitalismo
Para Nietzsche, los modelos científicos, filosóficos y religiosos, cimientos de la cultura occidental, han perjudicado al ser humano.
Filosofía de la Sospecha
La sospecha de Nietzsche se resume en que dos mil años de cristianismo han corrompido al ser humano. Esto lo sitúa en el movimiento de la filosofía de la sospecha junto a Marx y Freud. Marx habló de la sospecha derivada del hecho de que las ideas políticas y jurídicas están en manos de las clases dominantes. Freud planteó que las causas reales de nuestra conducta no son racionales, quedando bajo sospecha el comportamiento humano. Nietzsche puso bajo sospecha los modelos que garantizaron la pervivencia de ideales científicos, filosóficos y religiosos que acabaron por llevar al ser humano a la perdición. El proceso de decadencia que niega al humano su propia naturaleza empieza con Platón y sigue con la moral cristiana. Nietzsche, en su crítica a la historia occidental, muestra un extraordinario odio, teñido de ironía e incisiva inteligencia. En ese futuro, dice que se implantará el nihilismo tras su obra, que supuso una sacudida del pasado. Se le acusó de nazismo, incluso años después, malinterpretando su obra.
Crítica a la Metafísica
A juicio de Nietzsche, la época trágica de la filosofía llegó a su fin con Sócrates, quien dio comienzo a la época en que razón y moral colaborarían, siendo la razón imprescindible, y así haciendo que se desecharan los sentimientos por inservibles. La filosofía adoptó dos caminos: uno con el arte trágico y el otro el de Platón. La metafísica desdeña el mundo físico, que se define por espacio y tiempo, y da realidad a aquello que no es más que el producto de la imaginación humana, según Nietzsche.
Los Engaños del Lenguaje
Cuando se inventan las palabras, se tiende a pensar, erróneamente, que se nombra una esencia. La mentira se apodera de nosotros cuando utilizamos palabras como si ellas dieran cuenta de la sustancia o de la realidad en sí. El lenguaje nos engaña; a través de él, se impone existencia a lo que de otro modo no existiría. El origen de las palabras es un acuerdo entre hablantes para entenderse. Solo quienes siguen su intuición y su instinto artístico se percatan del engaño de la invariabilidad de las cosas; aquellos que asumen una visión científica acaban engañándose, creen que el concepto no muta. (El vitalismo hizo una crítica general de los principales conceptos de la metafísica).
Lo Apolíneo y lo Dionisíaco
Apolo y Dionisos son símbolos para entender dos posturas contrapuestas ante la vida. Apolo, dios de la luz y de la medida, modelo de formas e ideas perfectas, y Dionisos, que representa lo anormal y desmedido, dios de la noche y de los impulsos sexuales. Son mutuamente necesarios; una vida que carezca de uno se rompería por completo. En la tradición filosófica europea prevalece una visión marcadamente racionalista, según la cual la furia, los placeres y las pasiones deben subordinarse al alma racional, puesto que los sentimientos son en sí aborrecibles. Nietzsche reivindicó la necesidad de conciliar ambas tendencias. Lo cierto es que no hay ni espíritu ni razón ni verdad, salvo la imaginación humana.