Pablo VI y el Concilio Vaticano II: Legado y Transformación

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Pablo VI: Un Pontificado de Transición

Pablo VI, cuyo nombre era Giovanni Battista Montini, nació en Concesio en 1897. Hijo de un abogado, desde pequeño se caracterizó por su gran timidez y afición a los estudios. En 1954, Pío XII lo nombró arzobispo de Milán. En 1958, Juan XXIII lo nombró cardenal y asistente para los temas relacionados con el Concilio Vaticano II. Fue nombrado Papa en 1963, tomando el nombre de Pablo VI. Su prioridad fue continuar el concilio, que finalizaría en 1965.

Tras el concilio, fue difícil llevarlo a la práctica debido a los grupos más conservadores dentro de la Iglesia. En 1964, habló ante la O.N.U. En 1965, se entrevistó con el Patriarca ortodoxo Atenágoras y se levantaron las excomuniones de 1954. Falleció en 1978.

El Concilio Vaticano II: Un Nuevo Rumbo para la Iglesia

Iniciado por Juan XXIII en octubre de 1962 y finalizado por Pablo VI en diciembre de 1965, el Concilio Vaticano II pretendía tener un esquema y lenguaje similar al de los concilios anteriores, pero tuvo que ser adaptado al lenguaje del hombre de su tiempo. Fue el concilio ecuménico con mayor número de participantes.

Fines del Concilio

  1. Promover el desarrollo de la fe católica.
  2. Lograr la renovación moral de la vida cristiana de los fieles.

Una Apuesta al Día de la Iglesia

Se pretendía una puesta al día de la Iglesia, renovando los elementos en la forma y en el fondo. El concilio consta de cuatro sesiones: las primeras bajo Juan XXIII y las demás bajo Pablo VI. Se produjeron cuatro constituciones, nueve decretos conciliares y tres declaraciones conciliares.

Características Únicas del Concilio

El Concilio Vaticano II fue único en la historia de la Iglesia por:

  • Su magnitud: Compuesto por unos 2500 padres.
  • Su universalidad: Obispos de la Europa Occidental eran solo un tercio de la asamblea.
  • Su ecumenismo: Observadores de otras confesiones e iglesias cristianas.
  • La conexión con el mundo: A través de los medios de comunicación (prensa, radio y televisión), se estableció un contacto directo entre el concilio y el mundo.

Los padres del concilio asumieron el papel de conciencia de la humanidad y se sintieron responsables de dar al mundo un mensaje de salvación y esperanza que Cristo representa. Es necesario que todo el proceso se ponga al servicio de todos los hombres y no al servicio de los intereses de la riqueza y del poder.

Objetivos Adicionales

  1. Adaptar la disciplina eclesiástica a las necesidades y métodos de nuestro tiempo.
  2. Lograr la mejor interrelación con los demás religiosos, principalmente los orientales.

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