Pan: El Dios Griego de lo Salvaje, los Pastores y la Fertilidad
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Quién es Pan: Dios de Pastores y Naturaleza Salvaje
En la mitología griega, Pan era el dios de los pastores y de los rebaños. Era especialmente venerado en Arcadia, a pesar de no tener allí grandes santuarios. Pan es el dios de la fertilidad y de la sexualidad masculina desenfrenada; se dice de él que perseguía a las ninfas por los bosques. Los habitantes de Arcadia creían que, cuando una persona dormía la siesta, no se la debía despertar para no interrumpir el sueño del dios Pan.
Orígenes y Genealogía
Pan tiene diversas genealogías diferentes. Una de las más conocidas es la siguiente:
- Según esta tradición, mientras Hermes pastoreaba los rebaños de Driops, tuvo una relación amorosa con una de sus hijas. Fruto de esta unión nació el dios Pan. Al nacer, presentaba la parte inferior de su cuerpo con forma de macho cabrío y el resto con apariencia de hombre; tenía dos cuernos en la cabeza, cara arrugada, barbilla prominente y estaba cubierto de pelo. Nada más nacer, escapó a las montañas. Hermes tuvo que buscarlo para llevarlo al Olimpo envuelto en una piel de liebre. Una vez allí, los dioses lo llamaron Pan, ya que era la diversión de todos («Pan» significa «todo» en griego).
Culto y Reconocimiento
Tras la batalla de Maratón, fue incluido entre los grandes dioses reconocidos por el Estado. En Atenas, se le consagró una de las grutas de la vertiente norte de la Acrópolis y se instituyó en su honor una fiesta anual con una carrera de antorchas.
Atributos, Hábitos y Poderes
Pan era el dios de las brisas del amanecer y del atardecer. Vivía en compañía de las ninfas en una gruta del Párnaso llamada Coriciana. Se le atribuían dones proféticos y formaba parte del cortejo de Dionisos, ya que se suponía que seguía sus costumbres. Era cazador, curandero y músico. Dotado de una gran potencia sexual, acechaba continuamente a las ninfas.
Pan vivía en los bosques y en las selvas, correteando tras las ovejas y espantando a los hombres que penetraban en sus dominios. Llevaba en la mano el cayado o bastón de pastor y tocaba la siringa, también llamada Flauta de Pan. Le agradaban las fuentes y la sombra de los bosques, entre cuya maleza solía esconderse para espiar a las ninfas. Pan es especialmente irascible si se le molesta durante sus siestas.
Mitos Principales de Pan
Pan y Pitis
Tuvo amores con la ninfa Pitis, a la que también pretendía Bóreas, el viento del norte. Este, movido por los celos, arrojó a Pitis desde lo alto de una roca. Gea (la Tierra), sintiendo pena, la transformó en un pino. Desde entonces, Pan aparece coronado con hojas de pino y existe la creencia de que este árbol gime cuando sopla Bóreas.
Pan y Siringa
Amó a la ninfa Siringa, quien no le correspondía. Una vez, mientras huía de él, la ninfa se lanzó al río Ladón. Allí, acorralada, pidió ayuda a sus hermanas, las ninfas, quienes, conmovidas, la convirtieron en un cañaveral. Cuando Pan llegó, solo pudo abrazar las cañas mecidas por el viento. El rumor que producían le agradó de tal manera que decidió construir un nuevo instrumento musical con ellas, cortando las cañas en distintas longitudes. De esta forma, creó la flauta llamada siringa en recuerdo de la ninfa del mismo nombre.
Pan y Selene
Sedujo a Selene, la Luna, regalándole un vellocino de oveja de gran blancura (o, según otras versiones, ocultando su forma caprina bajo el vellocino). Pan y Selene eran venerados juntos en una caverna del monte Liceo en Arcadia.
Legado y Asociaciones Posteriores
Los ritos de fertilidad originales asociados a Pan fueron asumidos en parte, a partir del siglo V a.C., por las Bacantes (las seguidoras de Dionisos). Estos ritos paganos perduraron hasta bien entrada la Edad Media.
A partir de la Edad Media y hasta nuestros días, la imagen tradicional de Pan, con sus cuernos y patas de cabra, se asoció frecuentemente con la figura del diablo cristiano y con las imágenes de los aquelarres.