Parábolas de Jesús y el Reino de Dios: Significado y Ejemplos

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Parábolas: Enseñanzas Profundas a Través de Historias Sencillas

Las parábolas son narraciones sencillas que presentan hechos de la vida cotidiana, reales o inventados. Utilizan la comparación para facilitar la comprensión de una realidad más profunda.

Tipos de Parábolas en los Evangelios

A) Parábolas Basadas en la Vida Cotidiana

Estas parábolas se inspiran en situaciones comunes y experiencias diarias. Ejemplos en el Evangelio de San Lucas:

  • Parábola del Grano de Mostaza (Lc 13,18-20): Ilustra cómo algo pequeño e insignificante puede crecer y tener un gran impacto. Comienzos humildes.
  • Parábola de la Levadura (Lc 13,21-22): Similar a la anterior, enfatiza el poder transformador de algo pequeño. Comienzos humildes.
  • La Oveja Perdida y la Moneda Perdida (Lc 15,3-10): Representan el amor especial e individualizado de Dios por cada persona.

B) Historias Inventadas por Jesús sobre la Actuación de Dios

Estas parábolas son relatos creados por Jesús para explicar cómo Dios interactúa con la humanidad. La más conocida es:

  • Parábola del Hijo Pródigo (Lc 15,11-32): Revela el corazón misericordioso de Dios Padre, quien es compasivo y perdona.

C) Parábolas sobre la Manera Correcta de Actuar (Ortopraxis)

Estas parábolas enseñan cómo debemos comportarnos y vivir. Un ejemplo clave es:

  • Parábola del Buen Samaritano (Lc 10,25-37): Jesús muestra que la misericordia debe practicarse con todos los semejantes.

El Reino de Dios: Una Realidad Presente y Futura

La expresión "Reino de Dios" puede entenderse como un genitivo epexegético o superexplicativo, similar a la frase "el fantasma de Pedro" (donde Pedro *es* el fantasma). En este caso, el Reino de Dios es la intervención misma de Dios: su actuación en el mundo y en la historia.

Jesús anuncia: "Se ha cumplido el tiempo, está cerca el Reino de Dios" (Mc 1,15). Y llama a la conversión y a creer en la Buena Noticia.

El Reino de Dios no es:

  • Una conquista meramente humana.
  • El cumplimiento estricto de la ley.
  • Una celebración ritual perfecta.
  • Una imposición por la fuerza.

El Reino de Dios llega a las personas sin que lo hayan ganado por sus propios méritos, aunque sí exige su aceptación. La respuesta es creer en la Buena Noticia. Es una realidad difícil de definir y entender completamente. No se trata solo de una intervención divina definitiva que aún no ha ocurrido, sino también de la respuesta y acogida del ser humano. Mientras esta acogida no se produzca, el Reino no comienza plenamente.

El Reino de Dios se manifiesta en la persona de Cristo (en sus palabras y obras) y en su entrega por la salvación. Quienes lo aceptan:

  • Reconocen a Dios como Padre.
  • Consideran hermanos a los demás hombres.
  • Ejercen responsablemente el dominio del mundo.

Los Signos del Reino: Los Milagros

Los milagros, en griego "dynamis", representan la fuerza o pujanza con la que se manifiesta la llegada del Reino. No son simplemente fenómenos que contradicen las leyes de la naturaleza o la estadística.

Jesús, al responder a los enviados del Bautista, enumera los signos de la fuerza del Reino: "Los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, a los pobres se les comunica la Buena Noticia".

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