Pilares del Acondicionamiento Físico: Optimiza tu Entrenamiento y Salud
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Los principios fundamentales del acondicionamiento físico son la base teórica para poder aplicar los diferentes sistemas de entrenamiento y mejorar nuestra condición física, el rendimiento y la salud. Lógicamente, cada deporte tiene su metodología específica en lo que concierne a su técnica, a su táctica o a su preparación física, pero en todos se aplican los mismos principios fisiológicos:
1. Individualización
Está determinado por las características anatómicas, fisiológicas y funcionales del deportista. El entrenamiento deberá ir acorde a las características de cada persona, por tanto, generará adaptaciones únicas en cada individuo.
2. Progresión
Con el entrenamiento trataremos de desarrollar al máximo las capacidades físicas mediante la repetición de ejercicios. Hay que tener en cuenta que la intensidad, el volumen y la complejidad de los ejercicios aumenten, consiguiendo que el individuo se adapte a esfuerzos cada vez más intensos. Si no hay aumento progresivo de la carga, no hay incremento del rendimiento. El incremento de la carga se basa en la combinación del volumen, la intensidad, la frecuencia y la dificultad del entrenamiento. Hay que ir aumentando las cargas:
- De lo poco a lo mucho.
- De lo sencillo a lo difícil.
- De lo conocido a lo desconocido.
3. Continuidad
Hay que entrenar con la frecuencia adecuada a cada cualidad física; lo normal es 2 o 3 veces a la semana. En general, cuando una cualidad se empieza a trabajar, ya no se debe abandonar. Hay que tener en cuenta que:
- Se deben evitar interrupciones en el entrenamiento.
- Se debe evaluar constantemente el rendimiento del deportista.
Y con respecto a los descansos, hay que saber que:
- Descansos largos no entrenan.
- Descansos cortos descienden el nivel.
- Descansos proporcionales permiten el fenómeno de supercompensación.
4. Multilateralidad
El entrenamiento de un deportista no puede estar orientado exclusivamente a la obtención de marcas; debe plantearse desde la personalidad del deportista. Una preparación multifacética consigue mejores resultados que la unilateral. El trabajo multilateral es la base para alcanzar altos rendimientos.
5. Transferencia
Hay que aplicar el trabajo de las cualidades físicas ordenadamente para que se ayuden entre sí y no se entorpezcan. La transferencia, en un sentido general, nos indica que el aprendizaje de una habilidad anterior facilita el aprendizaje de las siguientes. Cuando vamos a realizar un ejercicio físico, este debe hacerse con el objetivo de que nos sirva para algo. Hay que distinguir:
- Transferencias positivas: la fuerza mejora la velocidad y la flexibilidad mejora la velocidad.
- Transferencias negativas: la velocidad y la resistencia se desfavorecen, y la fuerza y la flexibilidad se desfavorecen.
6. Sobrecarga
Las mejoras físicas a través del entrenamiento solo se consiguen si este es de una determinada intensidad. Según la cualidad que queramos desarrollar, habrá que utilizar una intensidad u otra, un volumen u otro. Cualquier ejercicio que se pueda repetir más de 12 veces no entrena la fuerza.
7. Especificidad
Se refiere a las cualidades físicas básicas. Nos señala la importancia de establecer un objetivo claro, de modo que todo lo que hagamos se encuentre encaminado a su consecución. Esto es válido especialmente para deportistas de cierto nivel, ya maduros físicamente.
8. Eficacia
La eficacia viene dada por tener presente todos y cada uno de los principios anteriores. Si queremos que la actividad física resulte eficaz, es necesario buscar el menor gasto de tiempo y gasto energético para obtener mayor rendimiento. Un entrenamiento es ineficaz si el organismo, debido al cansancio o falta de recuperación, es incapaz de producir una respuesta. Los periodos de descanso son tan necesarios como el entrenamiento. Un tiempo de recuperación insuficiente provoca una disminución de la capacidad de rendimiento que, cuando es muy grave, se llama sobreentrenamiento. Para evitar esto, debemos alternar los tipos de carga y dejaremos tiempo al cuerpo para descansar y producir la supercompensación.