Platón y su concepción política

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Este texto pertenece al libro Teeteto, un libro escrito por Platón que es un diálogo que trata sobre la naturaleza del saber. En el fragmento se habla sobre cómo las concepciones de leyes en una sociedad dependen del acuerdo de esta en un momento determinado, pues cambian dependiendo de la opinión del pueblo.

Platón, un filósofo influyente

Platón es conocido como uno de los filósofos griegos más importantes e influyentes de toda la historia. Nació en Atenas a finales del siglo V a.C. y fue el alumno más destacado de Sócrates, de quien recibió una gran influencia que se puede ver en que muchas de sus obras, especialmente las primeras, se hacen a modo de diálogo socrático. Fundó la Academia de Atenas, la cual fue un importante centro científico y del saber hasta su clausura en el siglo VI d.C. Platón instruyó a grandes filósofos como Aristóteles y es autor de obras como Parménides, La República, Apología de Sócrates, Gorgias...

La concepción política de Platón

Este texto se identifica dentro de la filosofía política, por lo que cabe explicar primero la concepción política que tenía Platón. Al nacer en Atenas, Platón ya conocía de antemano la idea de la democracia como forma de gobierno. Platón no estaba de acuerdo con los sofistas griegos y su teoría del convencionalismo que postulaba que las leyes no son algo natural y que son fruto del acuerdo entre los miembros de la sociedad y que son variables en función de lo que se acuerde entre estos miembros. Platón defendía un estado ideal y que las leyes son algo natural que va más allá de nuestras concepciones y que son inalterables.

La organización del estado ideal

En la organización de este estado ideal hay tres grandes bloques sociales:

  1. Los filósofos gobernantes con la sabiduría como gran virtud que emplean para legislar.
  2. Los guerreros y guardianes con la virtud de la valentía, con la función de la protección y al igual que los filósofos, no pueden obtener bienes materiales.
  3. Los productores con la virtud de la templanza que atienden las necesidades básicas de toda la sociedad.

Obviamente, para que el estado ideal funcione, tiene que haber un desempeño total de todas las partes con el beneficio únicamente colectivo para toda la sociedad y no individual para lograr tener justicia.

La importancia de la educación

Lógicamente, la educación es el fundamento del Estado, pues va a ser la encargada de que los diferentes miembros de la sociedad alcancen un buen desarrollo de sus virtudes y para seleccionar a los mejores de cada campo para alcanzar el poder y de este modo se alcanzará el estado ideal para todos.

Opinión personal

Finalmente, voy a mencionar mi opinión acerca de este asunto, pues no coincido con la idea de Platón de que las leyes aplicadas a una sociedad son algo natural e inquebrantable, pues siempre en todas las sociedades se aplicaron en función de aspectos como la ética o las concepciones colectivas concretas en ese momento de algo. Dependiendo del marco en el que se educase a esa sociedad, las leyes resultantes pueden variar mucho, pues las concepciones varían mucho. Si que coincido en que los mejores para cada virtud deberían ser los que tengan el poder para intentar alcanzar un estado ideal, pero discrepo en que las leyes resultantes de este sistema sean inamovibles, pues el ser humano es un ser de constante cambio y adaptación y que sabe aprender de sus errores para mejorar, por lo que pienso que un sistema ideal sería uno de transición de las leyes adaptándose a las circunstancias y por supuesto también que esas leyes sean beneficiosas para toda la sociedad sin excluir ningún grupo, pues lo que se busca es un avance colectivo. Lo más importante es buscar el beneficio colectivo sin lucro propio.

En cuanto a la organización de la sociedad que establece Platón, discrepo en que debería haber más grupos sociales y muchas más virtudes, también creo que los filósofos no deberían ser los únicos con la virtud de la sabiduría, también los intelectuales con una educación apropiada. Evidentemente, todos los grupos sociales deben estar bien formados intentando sacarle el máximo partido a sus virtudes para lograr un mayor avance colectivo. En el proceso de educación también se les aplicarían pruebas para seleccionar a los mejores como dirigentes, sin acumulación de poder para evitar un desequilibrio.

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