Platón y Nietzsche: Un Contraste Filosófico
El pensamiento de Platón es un idealismo racionalista que se compara con un pensador que representa un modo completamente distinto de concebir la realidad, como es en el caso del vitalismo irracionalista de Nietzsche. Hay rasgos comunes en el estilo literario de ambos autores, en cuyas obras es fácil encontrar mitos y metáforas como recursos didácticos. También es común a ambos autores la defensa del sentido aristocrático de la existencia aunque de diferentes perspectivas. En ninguno de los dos se trata de una aristocracia de sangre o dinero. Platón defiende la aristocracia del conocimiento (los más sabios y generosos son los que deben gobernar la sociedad ideal), mientras que Nietzsche defiende la aristocracia moral.
Ambos rechazan la idea de que la historia avanza, de que hay un progreso en la historia. Ambos defienden que en el pasado hubo una edad de oro, después del cual todo ha ido a peor para la humanidad: para Platón esa época dorada fue la del pasado aristocrático de las ciudades-estado, y para Nietzsche la Grecia politeísta anterior a Sócrates.
Hay diferencias entre ambos:
¿Cuál es el mundo verdadero, la auténtica realidad? Para Platón el mundo de las ideas es el verdadero y para Nietzsche el mundo sensible.
Platón y Nietzsche representan dos modos opuestos de valorar cualquier dimensión de la realidad. Nietzsche en su primera obra distinguía en el arte y la cultura griegas dos fuerzas contrapuestas, espíritu apolíneo y espíritu dionisíaco. El apolíneo representa la razón y el dionisiaco lo vital.
Con Sócrates y Platón inició según Nietzsche el predominio histórico de todo lo lógico y racional olvidándose de lo vital, y con ello comenzó la decadencia y el error. Sócrates hace según Nietzsche que se ponga la razón en lugar de la vida. La fórmula es vida=instinto=felicidad en lugar de razón=virtud=felicidad
Contexto cultural
En la cultura, destaca la creación de la escuela retórica de Isócrates contemporánea a la Academia platónica. Ambas luchan por la hegemonía espiritual en el campo de la educación de los jóvenes griegos. En escultura, se abandona el carácter solemne y ornamental para dejar paso a la expresión de los sentimientos. En la literatura aparecen las biografías como nuevo género y la prosa gana terreno ante la poesía. Por último en el teatro destaca la tragedia que utiliza un lenguaje más cotidiano, temas más actuales y se abandona el tono heroico-trágico de la época anterior.