Platón: Verosimilitud, Alegoría y Teoría de los Géneros Poéticos
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PLATÓN: Que la poesía (y la retórica sofista) sea capaz de influir tanto en la sociedad se debe a que utiliza el recurso de la VEROSIMILITUD. Es decir, se alude a algo probable que no necesariamente coincide con la verdad y, por tanto, puede ser falso. Para Platón, la verosimilitud es un arma horrible porque se hace pasar por la verdad fácilmente. Dice, además, que los más proclives a utilizar este instrumento son el poeta y el retórico sofista. El primero porque busca agradar e impactar al público contando toda clase de mentiras; y el segundo porque, buscando alagar y persuadir a su auditorio, no duda en recurrir a la verosimilitud con tal de hacer creíble lo que está exponiendo.
La ALEGORÍA es cuando el autor de un texto recurre a la verosimilitud para simbolizar o referirse a algo oculto, o simplemente distinto de lo que dicho texto parece decir. Es decir, la alegoría consiste en utilizar uno o varios términos que significan una cosa para referirse a otra distinta con la que guardan alguna semejanza.
Teoría de los Géneros Poéticos en la República
En la República, Platón ofrece una visión nítida de la TEORÍA DE LOS GÉNEROS:
- Por un lado, se halla la poesía íntegramente imitativa en la que el poeta nunca habla en nombre propio. Esta poesía se identifica con el género dramático, porque tanto en la tragedia como en la comedia todos se hacen pasar por otros y se esconden (el autor habla a través de unos personajes, los actores actúan escondiendo su propia forma de ser…).
- Por otro lado, está la poesía no imitativa donde el poeta siempre habla en nombre propio y no se esconde. Esta poesía no imitativa canta las alabanzas en su nombre y a partir de lo que siente y piensa, no haciéndose pasar por nadie ni cediendo la palabra en ningún momento.
- Por último, está la poesía que es una mezcla de las dos anteriores. En ella el poeta habla a veces en nombre propio y otras habla por boca de otro. Se trata de la poesía épica (epopeya).
De esto se puede deducir que el género poético más condenable es el dramático y, dentro de este, la tragedia.