La Poesía Española de Posguerra: Evolución y Transformación (1940-1960)

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Los Años 40: La Poesía en la España de Posguerra

La Situación de España tras la Guerra Civil: Era desoladora: un país destruido y arruinado, sometido a un bloqueo económico por los países vecinos. Además, los españoles estaban marcados por la división en vencedores y vencidos y sometidos a una durísima represión por parte del bando nacional. En la poesía, muchos intelectuales mueren durante la guerra o posguerra como Antonio Machado o Federico García Lorca; otros muchos, a favor de la República, marchan al exilio como Juan Ramón Jiménez. La difícil convivencia unida a la censura del bando ganador y la ausencia de modelos estéticos; va a marcar la producción poética.

Pese a la pobreza cultural que vivía España se puede diferenciar dos tipos de poesía:

La Poesía Arraigada

De ideología franquista, estaba vinculada a las revistas Escorial y Garcilaso. Sus temas conservadores (amor, Dios) no reflejaban la verdadera situación sino que cultivaban una belleza formal. Dentro de este tipo están:

  • Leopoldo Panero: Escribe una poesía de dimensión religiosa.
  • Luis Rosales: En su libro más importante La casa encendida usa versículos y la imaginación surrealista.
  • José María Pemán: Predomina la inspiración religiosa y cierto misticismo en libros como Continuación de la vida.
  • José García Nieto: Es el más señalado representante del garcilasismo: uso de estrofas como sonetos, la temática amorosa y el embellecimiento del paisaje.

La Poesía Desarraigada

Refleja el sinsentido de la guerra vivida y la rebelión ante la situación de represión por parte del bando ganador, estaba vinculada a la revista Espadaña. Dentro de este tipo de poesía destacan Victoriano Crémer, Eugenio de Nora y, el más importante, Dámaso Alonso y su obra Hijos de la ira, la cual sirve de inspiración para obras posteriores. Está escrita en versículos de ritmo obsesivo, se manifiesta una visión angustiosa de la realidad con ecos de la guerra civil española y la Segunda Guerra Mundial. Ese mundo, dominado por el odio y la injusticia, es un horror ante el que Dios, si existe, se mantiene impasible. Otros rasgos de Hijos de la ira son el léxico coloquial, los paralelismos y estructuras reiterativas que evocan los salmos bíblicos, las anáforas, las interrogaciones retóricas, etc.

La Poesía Social

Compuesta por autores que intentan salir de la angustia interior para ser un reflejo de la realidad del país, entendida como un arma de transformación de la sociedad, debe llegar a todos los lectores por lo que toma el prosaísmo, verso libre y tono coloquial. Autores fundamentales son:

  • Gabriel Celaya: Es uno de los mejores exponentes de la difusión de la poesía social con su obra más importante: Cantos iberos.
  • Blas de Otero: Su obra parte del existencialismo con temas como la búsqueda de Dios y el sentido de la existencia humana: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia. Sus siguientes obras pertenecen a la poesía social; con temas ligados al testimonio y la solidaridad: Pido la paz y la palabra y Que trata de España. Sus últimas obras lo acercan a una estética más vanguardista, ya en los años 60 con Hojas de Madrid.

Los Años 50: La Poesía como Experiencia

España se incorporó a organismos internacionales como la ONU, esto provoca una apertura al exterior, y por lo tanto, una influencia extranjera. La censura se va relajando ligeramente. Durante los años 50, en la poesía, la guerra es una experiencia personal y el compromiso pasó a un segundo plano. Pierde peso el concepto de la poesía como comunicación y pasa a hablarse de la poesía como experiencia o de la poesía como conocimiento. Les define una postura humanista con temas comunes como la infancia, la familia, el amor, la amistad, la soledad o la muerte. En cuanto al estilo hay una notable atención al lenguaje. La búsqueda del rigor estilístico, aire conversacional y antirretórico marcado por el uso del verso libre pero con estrofas clásicas. Destacan:

  • Ángel González: Es el ejemplo más claro de transición de la poesía social al nuevo estilo poético. Perdura en él el compromiso social, pero la crítica y la denuncia social se expresan a través de la ironía y del humor ácido. Destacan obras como Áspero mundo.
  • José Agustín Goytisolo: Representa también la pervivencia de la poesía social en la nueva generación. Suele satirizar su entorno y la educación recibida. Su obra más importante es Salmos al viento.
  • Francisco Brines: Es autor de la poesía grave, reflexiva y meditativa, que tiene como tema principal los efectos destructores del paso del tiempo y la realidad de la muerte. Palabras a la oscuridad es una de sus obras más características.
  • Jaime Gil de Biedma: Es el escritor cuya influencia personal y poética fue más significativa. Adopta una poesía intermedia: poesía como experiencia. Destacan Compañeros de viaje o Moralidades.

Claudio Rodríguez: La Poesía de la Intuición

Fue un poeta extraordinariamente precoz. Su primer libro, Don de la ebriedad, ganó el premio Adonáis antes de los veinte años. Su visión del paisaje campesino se le presenta como una realidad imposible de conocer a no ser por la intuición. Escrito en endecasílabos con rima asonante son un intento de captar la musicalidad de la lengua oral y del conocimiento intuitivo de la realidad. Interés por la poesía clásica y los autores franceses, en concreto Rimbaud. Su segundo libro Conjuros, dedicado a Vicente Aleixandre, retoma el protagonismo de los objetos cotidianos. Sin embargo, estos objetos adquieren una dimensión trascendente mediante el uso de metáforas que los convierten en realidades de carácter universal. Este uso tan personal de la metáfora supone la recuperación de recursos propios de la poesía anterior a la guerra civil, relegados por la poesía de posguerra mucho más tradicional. Se trata por tanto de una poesía solo en apariencia sencilla y de honda tradición literaria. En sus siguientes obras escritas tras su estancia en Cambridge; se verá influenciado por el descubrimiento de los románticos ingleses y de los poetas contemporáneos: Alianza y condena y El vuelo de la celebración, en ellas reflexiona sobre la dificultad de unir lo objetivo y lo subjetivo. Tras numerosos reconocimientos, Premio de la Crítica, Cervantes, Nacional de Poesía, ingreso en la Real Academia, su última obra titulada Casi una leyenda, poemario compuesto de cantos de exaltación del origen desde su cercanía a la muerte, la pesantez de la vida y la consciencia de la importancia del amor como salvación tanto del poeta como del lector de la obra.

Los Años 60: La Ruptura y los Novísimos

En esta etapa tiene lugar el fin de la guerra fría, y de la sociedad tradicional. En España, se produce una notable mejora del nivel de vida de la sociedad, producido por cierta industrialización que provoca la urbanización del país. La literatura pierde peso social. Se reduce la censura, que viene acompañado de una mayor influencia europea y de EEUU. En la poesía rompen con las generaciones anteriores, a la par que se dejan influenciar por T.S. Eliot, Constantino Kavafis, Arthur Rimbaud, Luis Cernuda, fruto de una elevada formación literaria, por lo que se les ha denominado culturalistas. Tampoco desprecian la cultura pop de los medios de comunicación de masas: elementos del pop, el cine... José María Castellet publica una polémica antología titulada Nueve novísimos poetas españoles. En ellos incluye a Pere Gimferrer, Manuel Vázquez Montalbán, Félix de Azúa, etc. Cabe destacar a Pere Gimferrer, que comienza a escribir poesía en castellano, pero más tarde escribirá en catalán. Cuenta en castellano con títulos como Arde el mar, cuya publicación va a convulsionar el panorama poético, y La muerte en Beverly Hills. El autor hace gala de un brillante y original lenguaje poético para expresar la nostalgia de una adolescencia perdida. En su misma línea estarían Guillermo Carnero o Antonio Colinas, mientras que con un tono más irónico y coloquial escriben Vázquez Montalbán y Leopoldo María Panero.

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