Proceso de Romanización en Hispania: Causas y Consecuencias

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La Romanización de Hispania: Un Proceso de Transformación Cultural

Etapas de la Conquista Romana

La conquista de la Península Ibérica por los romanos se inició en el siglo III a. C. y concluyó, tras un proceso largo y complejo, en el siglo I a. C. Podemos distinguir tres etapas principales:

  • Primera etapa: Conquista del este y el sur peninsular (218-197 a. C.).
  • Segunda etapa: Conquista del centro y el oeste peninsular (155-133 a. C.). Los romanos tuvieron que hacer frente a la resistencia de los pueblos de esta zona.
  • Tercera etapa: Conquista del norte peninsular (29-19 a. C.).

El fin de la conquista llegó en tiempos de Augusto, primer emperador romano, con la dominación y el sometimiento de galaicos, astures, cántabros y vascones (guerras cántabras) a finales del siglo I a. C.

Definición de Romanización

La romanización es el proceso por el cual los habitantes de la Península abandonaron sus formas de vida tradicionales (leyes, religión, lengua, usos y costumbres) y adoptaron las de los romanos, o bien se mezclaron ambas. Este proceso, de manera general, se llama aculturación, y aplicado a este momento histórico, romanización.

Factores que Impulsaron la Romanización

Los factores que determinaron la romanización fueron los siguientes:

La Vida Urbana, las Vías de Comunicación y el Comercio

Roma se aprovechó de las ciudades existentes en la Península, transformando sus órganos de gobierno y haciéndolos dependientes de Roma. En otras zonas, fundó nuevas ciudades con pobladores romanos. El desarrollo de un amplio sistema de calzadas, que no sería superado hasta la Edad Contemporánea, favoreció el intercambio comercial y la llegada de pobladores, ejércitos, comerciantes, etc. Las principales ciudades romanas estaban intercomunicadas entre sí y con Roma a través de la Vía Augusta, que iba paralela al litoral mediterráneo.

El Papel del Ejército

El ejército fue un importante vehículo de romanización. Los soldados llevaban la lengua, creencias y costumbres de Roma y las difundieron por todo el Imperio. Roma contaba también con tropas auxiliares hispanas que, en contacto con lo romano, se romanizaron rápidamente. Además, al término del servicio militar, se asentaban en tierras entregadas por Roma, a donde llevaban su civilización. Los campamentos romanos atraían a mujeres, mercaderes, artesanos... y muchos de estos campamentos acabaron transformándose en ciudades (León, Mérida, Zaragoza, Barcelona).

La Concesión de la Ciudadanía Romana

No todo el mundo tenía el título de ciudadano romano. Al recibir un indígena este título, significaba muchos privilegios y un alto honor. Normalmente, lo recibía gente que colaboraba con Roma y tenía un alto grado de integración en el mundo romano. Era un título ansiado por muchos. Al principio, a muchos ciudadanos se les otorgó la ciudadanía latina (con muchos menos privilegios) y, por último, con Caracalla, toda Hispania recibiría la ciudadanía romana.

Los Elementos Culturales

La presencia romana introdujo elementos culturales unificadores, como la lengua común, el latín, primero la religión politeísta romana, y el cristianismo posteriormente, y el derecho romano.

Legado de la Romanización en Hispania

Todos estos elementos, interactuando, cohesionaron dentro del Imperio a los habitantes de la Península Ibérica (Hispania), especialmente cuando, a partir del siglo III d. C., se concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del Imperio. Además, Hispania aportó a la cultura romana intelectuales como Séneca y Quintiliano, y emperadores como Trajano, Adriano y Teodosio.

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