El Reformismo Borbónico en Galicia: Armada, Comercio y Urbanismo
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El Reformismo Borbónico en Galicia
Se denomina reformismo borbónico a los cambios introducidos por la nueva dinastía a partir de 1700 basados, tanto en el establecimiento de una monarquía absoluta y una centralización administrativa, como, a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, en la aplicación del despotismo ilustrado con la intención de elevar el nivel cultural, económico y científico-técnico del país.
La situación estratégica de Galicia permitía rechazar los ataques de flotas extranjeras, especialmente inglesas, que saqueaban las poblaciones de la costa española y capturaban los barcos cargados de mercancías procedentes de América; de ahí que se reforzasen fortalezas a lo largo de la costa gallega, pues Galicia tenía una posición de baluarte en la defensa del Imperio colonial. Esto llevó a los Borbones a promover una serie de reformas:
La Matrícula del Mar
La Matrícula del Mar es un sistema de reclutamiento ideado para dotar a los buques de la Armada de tripulaciones competentes y eficientes. Obligaba a matricularse a todos los marineros indicando sus habilidades concretas, sobre este registro se realizaba un sorteo para cumplir el servicio obligatorio, quedando exentos del sorteo de las quintas. Los primeros intentos de instaurar un sistema similar se remontan al Conde-Duque de Olivares; no será hasta la llegada del absolutismo borbónico cuando sea posible su implantación, primero, con Felipe V y, posteriormente, con Fernando VI y su ministro, el marqués de la Ensenada. Esta reforma no tuvo el éxito esperado debido a la falta de pagos a la tripulación, junto al gran impacto en los núcleos pesqueros por su carácter forzoso. Galicia, debido a la extensión de su litoral, aportaba la cuarta parte de la matrícula de las flotas españolas en la segunda mitad del siglo XVIII.
El Departamento Marítimo del Norte y la Armada
Felipe V de Borbón creó la Real Armada unificando las numerosas armadas de la época de los Austrias y, en 1726, su ministro José Patiño estableció la división de las costas españolas en tres departamentos marítimos: Ferrol, Cádiz y Cartagena. El nombramiento de Ferrol como sede del Departamento Marítimo del Norte implicó el establecimiento de un arsenal de la Real Armada y, siguiendo el modelo francés de instalaciones combinadas de astilleros y almacenes de armas, se fomentaron la construcción naval y el incremento de buques de guerra. Estas políticas tendrán continuidad con Fernando VI que prestará atención prioritaria a la modernización de la Armada a manos del marqués de la Ensenada (nuevas instalaciones del Arsenal de Ferrol). Además, se decidió crear una Escuela de Guardias Marinas para la formación de los mandos militares de la Armada.
Transformación de Ferrol
La designación de Ferrol hizo que la pequeña población marinera se transformase en una ciudad y experimentase cambios urbanísticos: los nuevos barrios de Esteiro, para acoger a los trabajadores, y el de la Magdalena, ocupado por los oficiales; en su diseño se siguieron trazados urbanísticos a base de cuadrículas muy del gusto de los ilustrados. Gracias a Ferrol, la economía gallega, esencialmente agraria, contó con su primer núcleo industrial por este desarrollo de la construcción naval.
Liberalización del Comercio y Auge de La Coruña
Durante el reinado de Carlos III y bajo el contexto de las políticas reformistas ilustradas, destaca la liberalización del comercio con América que suprimió el monopolio comercial de Cádiz y permitió comerciar directamente con América a varios puertos españoles, especialmente a La Coruña. Además, el gobierno de Carlos III también estableció en La Coruña el Servicio de Correos Marítimos. Esta era una compañía estatal de buques encargada de llevar la correspondencia oficial y privada hacia el puerto de La Habana y a Buenos Aires, junto con el transporte de personas y de mercancías. Ambas concesiones contribuyeron a favorecer el crecimiento comercial de La Coruña y la renovación urbanística y portuaria de la ciudad (restauración de la Torre de Hércules).
Pese a todo, el impacto de la Ilustración fue bastante limitado.