Resumen de la guerra de Troya: Causas y primeros combates
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El juicio de Paris y la manzana de la discordia
En la boda de Peleo, rey de los mirmidones, y Tetis, ninfa de los mares, apareció Éride, la diosa de la discordia. Arrojó una manzana de oro con la inscripción: "Para la más bella". Afrodita, Hera y Atenea se disputaron la manzana. Para resolver el conflicto, consultaron a Paris, hijo del rey Príamo. Cada diosa le ofreció un soborno a cambio de ser elegida. Finalmente, Paris eligió a Afrodita, quien le prometió el amor de la mujer más hermosa del mundo.
El rapto de Helena
Tras el juicio, Paris escuchó rumores sobre la belleza de Helena de Esparta y se enamoró de ella. Emprendió un viaje a Grecia, donde conoció a Helena y a su esposo, el rey Menelao. Aprovechando la ausencia de Menelao, Paris raptó a Helena y huyó con ella a Troya.
La reunión de la flota griega
Menelao, al descubrir la traición, reclutó un ejército para recuperar a Helena. Entre los guerreros se encontraba Aquiles, a quien su madre, Tetis, había sumergido en aguas sagradas para hacerlo invulnerable. Para evitar su participación en la guerra, Tetis lo escondió en Tesalia. Sin embargo, Ulises, disfrazado de comerciante, lo encontró y le reveló su destino: una vida larga y oscura o una corta pero gloriosa en la guerra. Aquiles eligió la gloria.
El altercado entre Aquiles y Agamenón
Durante el asedio a Troya, los griegos capturaron a Criseida y Briseida. Agamenón tomó a Criseida, y Aquiles a Briseida. El padre de Criseida, sacerdote de Apolo, rogó por su liberación. Agamenón cedió, pero a cambio exigió a Briseida. Aquiles, furioso, se retiró de la batalla y pidió a su madre que intercediera ante Zeus para que los troyanos ganaran.
El combate singular entre Paris y Menelao
Antes de la primera gran batalla, Paris propuso un duelo contra Menelao: el vencedor se quedaría con Helena. Menelao aceptó, pero durante el combate, Afrodita intervino para salvar a Paris y lo llevó junto a Helena. A pesar del rechazo inicial de Helena, Afrodita la obligó a permanecer con Paris.
La intervención de Pándaro y la súplica a Atenea
Pándaro, aliado de Troya, hirió a Menelao con una flecha, reiniciando la batalla. Un adivino troyano aconsejó a Héctor que pidiera a su madre que intercediera ante Atenea. Héctor visitó a su madre y luego a Paris, instándolo a regresar al campo de batalla. Finalmente, se despidió de su esposa e hijo antes de unirse a la lucha.