La Resurrección de Jesús: Hecho, Presencia y Significado Teológico

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1. El Hecho de la Resurrección

Jesús de Nazaret, el crucificado, ha resucitado. Los discípulos, que se habían escandalizado y desorientado con la muerte de Jesús, fueron capaces de reconocerlo vivo después de su crucifixión. Dios Padre acreditó a Jesús, que había sido rechazado por los hombres. Así, la resurrección da sentido a:

  • Toda su persona.
  • El origen divino de su persona.
  • El origen divino de su mensaje.
  • La legítima autoridad que reclamaba durante su vida, al proclamarse hijo de Dios.
  • La verdad y eficacia salvadora de su entrega a la muerte.

Después de la resurrección de Jesús, el anuncio del reino de Dios se convierte en el anuncio de la persona de Jesús, ya que el reino de Dios llega a nosotros por el sacrificio de Cristo.

Testimonio del Nuevo Testamento

Se nos ofrecen dos formas distintas de analizar los textos de la Resurrección:

  • El Anuncio de la Resurrección o de la Pascua: Se formula en el Nuevo Testamento con confesiones de fe. La confesión más antigua se encuentra en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios 15, 3-8, anterior a los evangelios.

  • Los Relatos Pascuales: Se dividen en dos tradiciones:

    • El Sepulcro Vacío: Jesús muere el Viernes Santo, casi Sábado, y lo entierran rápidamente porque los judíos no pueden trabajar en Sábado. Pasado el sábado, ya de noche, las mujeres se encuentran con la piedra corrida del sepulcro al amanecer del domingo. Iban a ungir el cuerpo de Jesús, pero al asomarse, lo encuentran vacío. Un ángel se les aparece y les dice que no lloren porque el que ha sido muerto ha resucitado. Ellas se van en busca de los apóstoles. Juan y Pedro salen corriendo; Juan, al ser más joven, llega primero, pero no entra. Al llegar Pedro, cabeza de la Iglesia, entra y cree.

    • Las Apariciones del Resucitado: Estos relatos tienen un esquema común:

      • La aparición libre y personal del resucitado.
      • La alegría de los discípulos al ver a Jesús.
      • El ofrecimiento por parte de Jesús de las pruebas de que es Él.
      • El resucitado siempre envía a la misión, es decir, a anunciar el evangelio.

2. La Nueva Presencia del Resucitado

El factor desencadenante del cambio en los discípulos fue el encuentro con el crucificado vivo y triunfante. Jesús se presenta la tarde del domingo de Resurrección a Tomás, quien había dicho que no creería si no veía los clavos en las manos de Jesús. Jesús se le aparece y le dice que meta sus dedos en las llagas. Jesús le dice a Tomás: "Porque me has visto has creído, pues dichosos los que creen sin verme". A los 40 días de la Resurrección, Jesús asciende a los cielos. Desde entonces, recibimos la fuerza del Espíritu Santo. La fe es un don de Dios y siempre viene por el Espíritu Santo.

3. Significado Teológico de la Resurrección

  • Dios ratifica a Jesús como su revelación plena.
  • Por la resurrección, Dios no solo declara inocente y justo a Jesús, sino que lo establece como Mesías Glorioso (Mesías = Cristo o Ungido). Hasta entonces se hablaba de un Mesías de Poder (este no hubiera resucitado) y de un Mesías de Entrega (este dio la vida por nosotros y por ello lo constituye en Glorioso). Está vivo y es real.
  • Se inicia un tiempo nuevo con la Resurrección de Jesús; ha comenzado el fin del mundo presente. Cristo ha resucitado, primicia de los que duermen, como primogénito de entre los muertos.
  • Por la acción del Espíritu Santo, el cristiano experimenta que se puede vivir la resurrección y se percibe la esperanza del cielo.
  • La exaltación de Jesús: con la resurrección, Jesús ocupa para el mundo el mismo lugar que Dios; está sentado a la derecha del Padre.
  • Jesús resucitado es el único mediador; Él intercede por todos nosotros y nos envía su espíritu.
  • La ascensión de Cristo a los cielos es la esperanza de poder llegar también nosotros algún día al cielo. Cristo, que es nuestra cabeza, nos ha precedido para que también nosotros lo podamos seguir.
  • Jesús vive entre nosotros y en nosotros. Podemos dejarnos encontrar siempre por Jesús en la Iglesia, en la comunidad de aquellos que celebran la Eucaristía y que intentan seguirle.

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