La Revelación de Dios en el Cristianismo: Manifestaciones y el Mesías

La Revelación de Dios en el Cristianismo

Dios Revela su Amor

• El ser humano puede llegar a conocer a Dios a través de la creación y preguntándose quién es, de dónde viene y cuál es su misión en esta vida.
• Dios, como muestra el Antiguo Testamento, se ha revelado en la historia a personas concretas, porque desea compartir su amor con la humanidad.
• La revelación progresiva de Dios ha llegado a su plenitud con su Hijo Jesús.

Dios Revela su Plan en la Historia

• El tiempo de la Biblia es lineal, tiene un principio y un fin, porque para el pueblo de Israel, Dios es una persona viva que interviene en la historia.
• Los acontecimientos dan a la historia un sentido y transmiten las intenciones de Dios. Cristo es, para los cristianos, el acontecimiento único y definitivo.

Un Dios Liberador

• La Biblia describe la actuación liberadora de Dios en la vida del pueblo de Israel y su compromiso con el ser humano.
• Dios se comunica con su pueblo a través de los profetas. El profeta pronuncia con fidelidad la Palabra de Dios, denuncia el incumplimiento de la alianza, anuncia el plan de salvación de Dios, e invita a renunciar al pecado.

Jesús, el Mesías

Un Mesías Anunciado

• El pecado aleja al pueblo de Israel de la felicidad prometida y de Dios. Pero los profetas alientan la esperanza de un mesías salvador.
• La palabra "mesías" significa “ungido”. Los israelitas imaginaron distintos tipos de mesías: un gran rey, un sacerdote, un ser celeste, etc.

Un Mesías Esperado

• En la época de Jesús, el mesías para los fariseos era un maestro de la Ley, y para algunas sectas un gran sacerdote; para otros, un rey político, y para la gente sencilla alguien que se preocupa de los pobres y los enfermos.
• Los evangelistas entendieron que Jesús es el Mesías esperado, ya que en él se cumplen las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento.

Un Mesías Diferente

• Jesús sabía que el mesías que esperaban los israelitas era distinto a su mesianismo. Jesús afirmó: ”Mi reino no es de este mundo”.
• Jesús se identificó con el mesías que anunció Isaías: el siervo del Señor, cuyo poder reside en la entrega y el sacrificio por los demás.