La Verdad y la Sabiduría Trágica en Nietzsche
Clasificado en Griego
Escrito el en español con un tamaño de 2,89 KB
¿Qué es la verdad para Nietzsche?
Para Nietzsche la "verdad" no es más que un conjunto de generalizaciones que el uso y la costumbre ha venido imponiendo, fijando la metáfora intuitiva en el concepto. Las categorías racionales son fruto de una voluntad de verdad, de una necesidad de verdad: esa clase de error sin la cual los hombres no podrían vivir.
Estamos necesitados del error de las categorías de la razón porque gracias a ellas podemos vivir con cierto reposo, seguridad y calma, haciéndole frente al caótico devenir. Por tanto, la verdad tiene un origen psicológico: el miedo, la inseguridad, la inestabilidad que produce el devenir constante que es la vida.
Para creernos estas verdades, es necesario desarrollar una voluntad de olvido, hay que olvidar el origen metafórico de los conceptos y creer que:
- Existe una identificación entre el concepto y la realidad.
- Existen cosas idénticas.
- La gramática y el lenguaje representan la estructura de la realidad.
Para Nietzsche la verdad no existe, porque al ser la realidad constante devenir, no podemos tener en ella una percepción exacta, fija y única. El único conocimiento que se puede tener es arbitrario y plural. Por eso, frente a la voluntad de verdad, Nietzsche propone la voluntad de ilusión, que se sabe en el error del conocimiento, apariencia totalizadora de lo que no es más que cambio.
La creatividad de la metáfora y del arte, se convierte en la esencia de la voluntad de poder.
¿En qué consiste la sabiduría trágica?
En la afirmación sin reservas de toda la existencia, incluso del horror, la destrucción y la muerte.
En su primera obra, El nacimiento de la tragedia, Nietzsche descubre dos representaciones: la de Apolo (símbolo de lo figurativo, la forma bella, la medida, la claridad que representa el instinto que crea el orden, los conceptos, que recortan la realidad y, por ello es el Dios de la finitud, de lo individual y de lo fenoménico) y la de Dionisos (simboliza el reino sin forma, que subyace las representaciones, por esto, es el instinto de lo desmesurado y de lo caótico, dios de la música y la embriaguez representa frente Apolo, la infinitud, de la unidad primordial, el en-sí de la realidad) lo que las cosas son en sí mismo, más allá de cómo yo las conozco.
La tragedia ática supuso la reconciliación de ambos instintos, lo trágico es la fórmula empleada por Nietzsche para expresar su experiencia del ser.
La realidad es para él devenir, caos y contradicción, un antagonismo de contrarios primordiales: vida y muerte, nacimiento y decadencia, multiplicidad y unidad. La realidad es la irracionalidad misma, no tiene orden ni finalidad, el azar la domina. Pero el sentimiento trágico conduce a la afirmación de la vida.