Simone de Beauvoir: Condición Femenina y Emancipación en 'El Segundo Sexo'

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Categoría Mujer: Sentido Biológico y Social

Simone de Beauvoir, en su obra "El Segundo Sexo", explora la categoría "mujer" desde una perspectiva tanto biológica, centrada en el útero, como valorativa, en su rol de ser social.

Los Mitos del Eterno Femenino y el Eterno Masculino

De Beauvoir desmantela los mitos del eterno femenino y el eterno masculino, construcciones sociales que perpetúan estereotipos de género. El eterno femenino se asocia con el cuidado de los demás, la afectividad y la debilidad, mientras que el eterno masculino se vincula con la fuerza, la represión de emociones como el llanto y el rol de protector.

Método Regresivo-Progresivo y la Condición Femenina

La autora utiliza el método regresivo-progresivo para analizar la condición femenina, identificando dos aspectos clave:

1. Falta de Simetría Hombre/Mujer

Se establece una jerarquía donde el hombre es considerado superior a la mujer. El hombre se define como "lo humano", el sujeto, anulando a la mujer. La mujer es vista como la carencia de características masculinas, no es un sujeto y se encuentra en una posición de sumisión ante el hombre. Esta condición está influenciada por factores fisiológicos, psicológicos y económicos, limitando la libertad de la mujer.

2. Cómo las Mujeres Asumen su Situación

Las mujeres modifican su condicionamiento a través de sus acciones. De Beauvoir analiza esto a través de:

  • Formación: Diferencias en la educación entre niños y niñas.
  • Situación: Experiencias de vida de la mujer, como el matrimonio.
  • Justificaciones: Mecanismos para realizarse en una sociedad desigual, como la figura de la enamorada o la mística.
  • Liberación: Cambios y oportunidades que permiten la emancipación.

Dialéctica Hegeliana del Amo y el Esclavo

De Beauvoir establece un paralelismo entre la dialéctica hegeliana del amo y el esclavo y la relación hombre/mujer. La mujer es vista como la "alteridad", la "otra", una conciencia dependiente y esclava. El hombre es el sujeto, "lo mismo", "lo humano", y no necesita justificarse. Se argumenta que los hombres deben compensar las desventajas de las mujeres.

La dialéctica se manifiesta en:

  • Riesgo/Libertad: Los hombres arriesgan su vida, lo que les otorga libertad para decidir.
  • Reconocimiento/Desigualdad: La mujer reconoce el valor masculino, quien obtiene prestigio.
  • Sometimiento/Protección: Los hombres someten a la mujer bajo la apariencia de protección.

Esta relación de vasallaje coloca a las mujeres en desventaja, requiriendo elementos que las unan y un esfuerzo moral considerable. Para que esta relación desaparezca, se necesitan:

  1. Libertad de la maternidad.
  2. Reparto equitativo de las tareas.
  3. Autonomía económica.
  4. Educación igualitaria.

Moral Existencialista

Desde la perspectiva de la moral existencialista, el sujeto humano se supera, trasciende, decide y es libre. La existencia precede a la esencia. Sin embargo, el sujeto está situado, y la situación, determinada por condiciones biológicas y sociales, condiciona la libertad. La mujer se encuentra en desventaja. Caer en la inmanencia implica perder la autonomía, cosificarse, convertirse en "en sí". La situación de la mujer es ambigua: son seres libres, pero oprimidos por el hombre.

Condiciones para la Emancipación Femenina

De Beauvoir propone las siguientes condiciones para la emancipación femenina:

  1. Conciliación del trabajo productivo con el reproductivo.
  2. Autonomía económica.
  3. Coeducación.
  4. Modelos masculinos y femeninos no jerárquicos.

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