Sociedad, Economía y Cultura en la Prehistoria y la Edad Antigua en la Península Ibérica
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Sociedad y Economía en el Paleolítico y Neolítico: La Pintura Rupestre
Durante el Paleolítico (1.2 millones de años - 8000 a.C.) tuvo lugar el proceso de hominización. Los hombres eran depredadores, recolectores y cazadores, además fabricaban utensilios de piedra.
En la Península Ibérica encontramos restos fósiles de las tres etapas de este periodo:
- Paleolítico inferior (1.2 millones de años - 100,000 a.C.): encontramos restos del Homo antecessor y Homo heidelbergensis, la mayoría de ellos en Atapuerca, junto a cantos tallados.
- Paleolítico medio (100,000 - 35,000 a.C.): situamos al Homo neanderthalensis, quien domina el fuego y realiza ritos funerarios.
- Paleolítico superior: el Homo sapiens vive sin hábitat permanente, utiliza instrumentos de hueso y marfil y desarrolla el arte rupestre, sobre todo dibujan animales y motivos religiosos con tonos negros y rojos encontrados en lugares como Altamira.
El Neolítico es el periodo comprendido entre el Mesolítico, periodo de readaptación tras la última glaciación, y la aparición de los primeros metales. En él se produce una revolución agraria que permite la sedentarización de la población, el descubrimiento de la cerámica y los intercambios con otros grupos. Destacamos el arte rupestre levantino (escenas cotidianas monocromáticas).
Los Pueblos Prerromanos y las Colonizaciones Históricas: Fenicios, Griegos y Tartessos
Entendemos por pueblos prerromanos a los pobladores de la Península Ibérica anteriores a la conquista romana, los cuales estaban distribuidos de la siguiente manera:
- El litoral mediterráneo y los valles del Ebro y Guadalquivir estaban ocupados por los íberos (turdetanos, layetanos y edetanos), quienes poseían una lengua común, abundante cerámica y una rica tradición artística como la Dama de Elche.
- En el norte y la meseta, convivían los carpetanos y otros pueblos como los vacceos, galaicos y lusitanos, quienes practicaban una economía agraria pobre, pero conocían la metalurgia del hierro.
Durante el primer milenio a.C. se instalan en la costa andaluza los fenicios, cuya principal actividad era el comercio de metales. En esta época se instalan además en las costas catalana y levantina los griegos, quienes ejercieron una gran influencia en el arte, la lengua y la industria (cultivo de la vid y el olivo) de la zona.
Por último, durante el siglo VII a.C., se instalaron en el oeste de Andalucía y sur de Portugal los Tartessos, herederos del bronce final, procedentes de África. Su principal fuente de riqueza era el comercio de metales.