El Trabajo como Solución a la Pobreza: Vives, Giginta y Robles
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Juan Luis Vives, figura destacada del humanismo renacentista, en su obra “Del Socorro de los Pobres”, postuló la obligatoriedad y el derecho al trabajo. Esta obligatoriedad evidencia el alcance de su propuesta, que no se limita a reglamentar la pobreza y la mendicidad, sino a suprimirlas. El énfasis en la obligatoriedad del trabajo implica separar la situación del individuo en la sociedad de la influencia religiosa predominante hasta entonces. Esta obligación laboral liberaría recursos suficientes para socorrer adecuadamente a los inválidos verdaderamente necesitados.
Según Vives, el mandato del trabajo se establece mediante la asignación obligatoria de obreros a talleres, incluso asignando la realización de obras públicas municipales o la reparación de hospitales. Lo innovador de su obra radica en incluir en la obligatoriedad del trabajo a las personas con minusvalías; incluso los enfermos internados en los hospitales deben realizar las tareas que su salud les permita. Para Vives, uno de los males de la sociedad es la ociosidad, la pereza y la vagancia. Por ello, exalta el trabajo como medida para solucionar los problemas de la pobreza. En su obra, describe la importancia de instruir a los niños en un oficio para evitar que caigan en la ociosidad.
Miguel de Giginta y las Casas de Misericordia
Miguel de Giginta pretendía controlar la mendicidad no por medios obligatorios, sino por presiones indirectas. Para ello, creó las Casas de Misericordia, que no eran centros de encierro, sino lugares de libre acceso y salida. Giginta critica la ociosidad y pretende emplear las Casas como centros de reforma para los pobres, proporcionándoles educación en un oficio, ya que su gran preocupación era el fomento de habilidades provechosas para actividades productivas.
Las Casas contaban con una importante actividad laboral, ya que el planteamiento de Giginta para la reintegración de los pobres se basaba en el abandono de la ociosidad mediante el trabajo. Los centros eran talleres dedicados a la industria textil. El trabajo era contemplado no solo como un remedio para evitar la mendicidad, sino como una necesidad para el bien de la comunidad. El valor del trabajo y la actividad comienzan a consolidarse en la línea de la reforma protestante.
Fray Juan de Robles y la Obligación al Trabajo
Para Fray Juan de Robles, la cuestión de la pobreza se aborda a través de la obligación al trabajo. Para Robles, la obligación del trabajo es un bien colectivo y un instrumento básico para la supresión de la mendicidad. Según Robles, quien trabaja debe obtener lo necesario para mantenerse. Solo se debía auxiliar a quienes no pudieran ganárselo por sus propios medios. Por el contrario, propuso abandonar a su suerte a los pobres fingidos y vagos.