Superando el Orgullo y el Pecado: Un Camino Hacia la Misericordia Divina

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1. El Orgullo Nos Impide Escuchar

El relato de la Biblia es simbólico y nos explica la ruptura del ser humano con Dios.

Lo que el autor nos quiere expresar es que, debido a la soberbia, el egoísmo y la autosuficiencia, el ser humano rompe los lazos de unión con Dios e intenta colocarse él en su lugar. El orgullo de las personas les hace caminar ciegos sin tener en cuenta al otro.

A Dios no le molesta que nos queramos parecer a Él, sino que pensemos en ser superiores a los demás, olvidándonos de que todos somos iguales en dignidad.

1.2. Desde la Libertad, la Persona Elige

En el Génesis podemos ver que el mal se introduce en la humanidad a través de la desconfianza de Adán y Eva hacia Dios, basado en el hecho de comer la manzana.

Las personas tenemos la capacidad de optar entre el bien y el mal. Nosotros decidimos. Dios no coarta la libertad y tenemos que darnos cuenta de que si alguien nos intenta confundir entre lo que está bien y mal, considerándose superior a Dios.

1.3. Siempre Hay Una Oportunidad

A veces confundimos libertad con libertinaje: hacer lo que nos gusta sin tener en cuenta las consecuencias.

Jesús, en sus parábolas, nos ayuda a descubrir el camino para distinguir entre el bien y el mal. No nos abandona nunca y espera que volvamos a Él (Parábola del hijo pródigo), si alguna vez nos hemos alejado.

2. El Pecado y Sus Consecuencias

Hemos visto en la lección anterior que, en la época de Jesús, las personas pensaban que el mal que padecían se debía a los hechos que habían realizado.

2.1. Los Pecados Capitales y las Virtudes Contrarias

Se llaman pecados capitales a aquellos que son cabeza y origen de otros. Hacia el año 600 se agruparon en 7:

  • Soberbia: Considerarse a sí mismo por encima de lo que uno es y desear verse reconocido como superior a los demás. La virtud contraria es la humildad.
  • Avaricia: Deseo no moderado de acaparar riquezas. La virtud que niega este pecado es la generosidad.
  • Lujuria: Deseo y disfrute desmesurado de los placeres del cuerpo. La virtud contrapuesta es la castidad.
  • Ira: Deseo violento e injusto contra Dios o contra los demás. La virtud contraria es la paciencia.
  • Gula: Apetito desordenado en la comida y en la bebida. La virtud contraria es la templanza.
  • Envidia: Sentimiento de tristeza por el bien ajeno. La virtud contraria es la caridad.
  • Pereza: Actitud descuidada ante las obligaciones y compromisos adquiridos. La virtud opuesta es la diligencia.

2.2. Clasificación del Pecado

El pecado es una falta que la persona comete libremente y conlleva consecuencias personales que también se reflejan socialmente.

Hay distintas clases de pecado:

  • Pecado individual o social: Tiene consecuencias personales para quien lo comete y afecta a la relación con Dios.
  • Pecado social: Es la repercusión del pecado personal en la sociedad en que vivimos, ya que van contra el prójimo, contra el derecho de las personas, contra el bien común…
  • Pecado estructural: Es el mal que se institucionaliza en la sociedad y que se puede llegar a considerar normal.

2.3. La Suplantación de Dios: ¿Pecado Común?

Al buscar la felicidad, pensamos que es algo superior a las personas. Para los cristianos, ese algo es Dios, y para los ateos puede ser el dinero, el sexo, el poder, la ciencia…

Cuando los creyentes deformamos a Dios a nuestro capricho, también lo suplantamos por nuestro egoísmo: queremos ser los primeros y que todo gire a nuestro alrededor, queremos hacernos oír en esta sociedad.

La fe en el Dios de Jesús no es esto, sino entregarse y luchar por conseguir un mundo más justo para todos y sin egoísmos.

2.4. María, Testigo de Misericordia

María es signo del plan divino de salvación y el pecado nos frustra este plan. Es la elegida por Dios para cumplir el plan divino.

María nos enseña el camino para ir a Jesús. Ella estuvo a su lado y acompañó a su hijo. Ella no hizo su plan, sino el que Dios le propuso: los cristianos tenemos que practicar esta misericordia con los demás y seguir ese camino empezado por ella.

3. Jesús Tiene la Última Palabra

El mal está presente en el mundo. Algunas veces nuestros actos no son buenos, otras veces por mirar para otro lado y no actuar contra el mal.

3.1. ¿Tiene el Mal la Última Palabra?

Las grandes catástrofes mundiales de nuestra humanidad han sido provocadas por los seres humanos. La violencia está presente en nuestro mundo y, en el nombre del dinero, de las ciencias o por egoísmo, somos capaces de cometer grandes atrocidades.

Dios nos dio la capacidad de crear, pero nosotros, con nuestra libertad, adquirimos la capacidad de destruir.

¿Cómo actuamos cada uno de nosotros?

3.2. La Realidad en Imágenes

Cuando vemos imágenes, se nos quedan grabadas y provocan en nosotros la necesidad de hacer algo. A veces quedan olvidados y son buenas intenciones.

Odio, muerte y pecado son tres conceptos que estamos trabajando en este bloque.

Vemos noticias. No estamos en ellas. Somos meros observadores. Nos escandalizamos por lo que no hacen los demás, pero ¿y lo que no hacemos nosotros?

3.3. En la Cruz de Jesús Están Nuestros Pecados

El Papa Francisco se dirigió en 2014 a los cristianos con una pequeña reflexión: dijo que en la cruz de Jesús está todo el peso de nuestros pecados y faltas cometidas contra nosotros y contra la sociedad. Puso algunos ejemplos:

  • El pecado de Caín al matar a su hermano Abel (Génesis 4).
  • La traición de Judas (Lucas 22:47-53) y Pedro (22:31-34).
  • Habló sobre la variedad sobre los prepotentes y de la arrogancia de los falsos amigos. Eso nos separa de Dios y es lo que carga la cruz de Jesús cuando nos dejamos guiar por el mal.

En esa cruz también descubrimos la inmensidad de la misericordia de Dios, con Él, con nosotros mismos y con nuestro entorno. En la pasión de Jesús descubrimos a un Dios que está junto a los seres humanos en las situaciones complicadas.

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