Ello, Superyó y Yo: Estructura de la Personalidad según Freud
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Ello, Superyó y Yo: La Estructura Psíquica
El Ello (Id)
El ello (o id) es la instancia más antigua y original de la personalidad, base de las otras dos. Comprende todo lo heredado o presente al nacer; se manifiesta de forma pura en nuestro inconsciente. Representa nuestros impulsos o pulsiones más primitivos y constituye, según Freud, el motor del pensamiento y el comportamiento humano. Opera según el principio del placer y desconoce las demandas de la realidad. Allí coexisten las contradicciones y lo ilógico, al igual que los sueños.
El Superyó (Superego)
El superyó (o superego) contrarresta al ello, representando los pensamientos morales y éticos recibidos de la cultura. Consta de dos subsistemas: la "conciencia moral" y el ideal del yo. La "conciencia moral" se refiere a la capacidad de autoevaluación, crítica y reproche. El ideal del yo es una autoimagen ideal que consta de conductas aprobadas y recompensadas.
El Yo (Ego)
El yo (o ego) es una parte del ello modificada por su proximidad con la realidad. Surge para cumplir de manera realista los deseos y demandas del ello de acuerdo con el mundo exterior, conciliándose con las exigencias del superyó. El yo evoluciona a partir del ello y actúa como intermediario entre éste y el mundo externo. Sigue el principio de realidad, satisfaciendo los impulsos del ello de forma apropiada en el mundo externo. Utiliza el pensamiento realista característico de los procesos secundarios. Como ejecutor de la personalidad, el yo debe mediar entre tres fuerzas: el mundo de la realidad, el ello y el superyó, conservando su propia autonomía mediante el mantenimiento de su organización integrada.
Mecanismos de Defensa
Represión
Freud define la represión como un mecanismo que rechaza y mantiene alejados de la consciencia elementos dolorosos o inaceptables para el yo. Para Freud, estos pensamientos o ideas tienen un contenido sexual. La represión se origina en el conflicto psíquico entre un deseo que reclama satisfacción y las prohibiciones morales. El yo se defiende del dolor causado por la incompatibilidad reprimiendo el deseo.
Condensación
En los sueños se presenta la condensación: varios elementos del sueño latente se conjugan en uno solo; pueden ser fragmentos de imágenes, frases o ideas. Estos fragmentos de vivencias están unidos por elementos comunes, que se relacionan y aparecen durante el análisis mediante la asociación libre. Por ejemplo, soñar con una persona que reúne rasgos de diferentes personas, cambiando de identidad durante el sueño.
Desplazamiento
El desplazamiento, también presente en los sueños, consiste en que la intensidad y cantidad de afecto de algunas ideas se desplaza hacia otras. Puede mostrar como importante un elemento superfluo y, por el contrario, mostrar como imprecisos elementos importantes, generalmente recuerdos de la infancia.