Técnicas y Estilos del Mosaico y la Pintura en la Antigua Roma
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El Detallismo del Mosaico en la Antigua Roma
El arte del mosaico, un legado helenístico que llegó a través de las antiguas colonias griegas del sur de la península itálica, experimentó un gran desarrollo en la época imperial. Su aplicación en paredes de casas particulares y edificios públicos tenía un fin ornamental. Los mosaicos se construían con pequeños trozos de pasta de vidrio o mármol, llamados teselas.
Técnicas de Mosaico
Según la forma y el tamaño de las teselas, se distinguen tres técnicas principales:
- Opus Tesselatum
- Opus Vermiculatum (de herencia griega)
- Opus Sectile (creado a partir de fragmentos de mármol de distintos tamaños y clases)
Temas Representados en los Mosaicos
Los primeros temas representados fueron tomados de la mitología y de la representación de pinturas griegas, como La batalla de Alejandro y los persas. El gusto por el detalle y los colores vivos permitió la elaboración de un amplio repertorio temático, incluyendo motivos vegetales y figuras geométricas. Un ejemplo destacado es la obra de Dioscórides de Samos, Mosaico de los músicos callejeros.
Evolución de la Decoración Pictórica en la Antigua Roma
Se pueden identificar cuatro estilos principales en la decoración pictórica romana:
Primer Estilo o Estilo de Incrustación
Este estilo, que se desarrolló desde mediados del siglo II a.C. hasta principios del siglo I a.C., presenta una influencia griega y se caracteriza por la imitación de losas de mármol. Un ejemplo notable es la representación de Los Grifos en Roma.
Segundo Estilo o Estilo Arquitectónico
A principios del siglo I a.C., surgió este estilo que incorporaba elementos arquitectónicos pintados, como si toda la pared se abriera al exterior, creando una sensación ilusionista. Se incorporaban escenas mitológicas, paisajísticas o humanas en el centro del muro. Ejemplo de este estilo son Las pinturas de la Villa Sinistor en Boscoreale.
Tercer Estilo o Estilo Ornamental
En las últimas décadas del siglo I a.C., se desarrolló este estilo, caracterizado por una arquitectura fantástica y perspectivas imposibles que, sin ocupar todo el muro, se abrían como ventanas a un mundo imaginario en medio de las paredes. Era frecuente la presencia de esculturas que simulaban sostener los elementos arquitectónicos. Un ejemplo es la pintura de La Casa de Livia de Prima Porta.
Cuarto Estilo o Estilo Ilusionista
Este estilo apareció en Pompeya y se caracteriza por la representación de las arquitecturas del segundo estilo, pero con mayor presencia de escenas amorosas, picarescas, mitológicas, de la vida cotidiana y familiar. Otra característica es la cualidad escenográfica de algunas pinturas, que reproducen escenas teatrales con cortinajes, telones y máscaras. Un ejemplo destacado es La casa de Lucrecio Fronto en Pompeya.