Trayectoria Artística de Francisco de Goya
Clasificado en Arte y Humanidades
Escrito el en español con un tamaño de 2,47 KB
Primeros años y pintura religiosa
Tras formarse con Luzán y trabajar en Aragón, Goya se casó con su hermana, Josefa Bayeu. En sus inicios, se dedicó a la pintura religiosa, destacando su habilidad con el color, como se aprecia en la obra Pilar de Zaragoza.
Pintor de cartones para tapices
Con la fundación de la Real Fábrica de Tapices, Goya trabajó como pintor de cartones, diseños para la elaboración de tapices. Sus temas se centraron en la alegría de la vida y la belleza, con un enfoque festivo y galante, destacando la presencia de mujeres y niños. Realizó más de 50 cartones de temática costumbrista, reflejando las costumbres del pueblo de Madrid.
El costumbrismo en Goya
El costumbrismo se refleja en varios aspectos de su obra:
- Indumentaria: Inicialmente con influencias rococó, representando personajes con trajes lujosos, ceñidos y multicolores.
- Representaciones festivas: La fiesta de la vendimia, juegos como el de la gallinita, y bailes populares.
- Momentos de dolor: La tragedia del pueblo, como en El entierro de la sardina.
El Quitasol, una pieza maestra, muestra a una joven con un abanico. Con el tiempo, Goya se convirtió en el retratista más solicitado por la nobleza.
Retratista de la nobleza
Carlos IV lo nombró pintor de cámara, y su pintura se adaptó a los gustos de la aristocracia. Sin embargo, Goya nunca olvidó su origen y criticó la vanidad de la nobleza, mostrando compasión por el sufrimiento del pueblo.
Goya y la sordera
En 1792, Goya contrajo una enfermedad que le provocó sordera. En Los Caprichos, Goya apuesta por el realismo, buscando realzar el temperamento. Su visión se vuelve más espiritual en los retratos de la realeza, como en La familia de Floridablanca. En sus retratos femeninos, con sus matices de color, se acerca al expresionismo.
Goya y la temática política y social
Goya se autorretrata a menudo y trabaja la temática política y social. Destacan dos obras, a veces llamadas históricas, que representan acontecimientos del 2 y 3 de mayo de 1808 en Madrid: El 2 de mayo y La carga de los mamelucos. Estas obras muestran la historia como un desastre, como expresión de la violencia. Goya expresa sus propios sentimientos, como se manifiesta en las pinturas de su casa, la Quinta del Sordo.