Unificación Italiana y Alemana, y las Revoluciones de 1820, 1830 y 1848
español con un tamaño de 3,98 KBUnificación de Italia
En 1815, Italia estaba dividida en diversos Estados, algunos bajo dominio del Imperio austriaco (como Lombardía y Véneto). En la década de 1830, surge el movimiento nacionalista Risorgimento, con la joven Italia reclamando la creación de una república democrática unitaria. El fracaso de los intentos revolucionarios de 1848 mantiene la situación. Solo en el Piamonte se consolida un Estado constitucional bajo la dinastía de los Saboya. Su primer ministro, Cavour, impulsará la unificación.
El proceso resultará de una doble estrategia: la revolucionaria de Mazzini y la moderada de Cavour. Este último consigue anexionar Lombardía y los estados centrales tras derrotar a Austria con apoyo francés. Garibaldi, republicano mazziniano, emprende la conquista del Reino de las Dos Sicilias. La unidad se completa con la anexión de Véneto, tras derrotar a Austria.
El nuevo Estado se enfrenta a tres problemas:
- La hostilidad del Papado.
- Los contrastes entre el norte industrializado y el sur atrasado.
- El carácter incompleto de la unificación.
Unificación de Alemania
Las bases ideológicas de la unificación alemana incluían un componente cultural del nacionalismo, reforzado por el romanticismo, y núcleos liberales que reclamaban la construcción de la nación. En el Congreso de Viena, se creó la Confederación Germánica (39 estados, incluyendo Prusia y el Imperio austriaco). La creación de una Unión Aduanera fue el primer paso.
Durante la revolución de 1848, se formó un Parlamento de Frankfurt que ofreció la corona de Alemania al rey Federico Guillermo de Prusia. El proceso se inicia con una guerra contra Dinamarca (1864). Tras derrotar a Austria (1866) y Francia (1870-1871), se cohesionan los estados germánicos.
El proceso culmina con la proclamación del Segundo Reich y de Guillermo I como emperador.
Revolución de 1820
[Información sobre la Revolución de 1820]
Revolución de 1830
Entre 1829 y 1835, se produce la segunda oleada revolucionaria, con apoyo de las clases populares, lo que debilitó el poder de la aristocracia. Se inició en Francia en 1830, derrocando al monarca absolutista Carlos X. Se implantó una monarquía constitucional con Luis Felipe de Orleans.
Se extendió por Polonia, Prusia, Suiza, y en Bélgica significó su independencia. A finales de 1830, el absolutismo va desapareciendo de Europa Occidental, imponiéndose el Liberalismo Moderado. Los ideales son los mismos que los de la constitución de 1791. La élite moderada monopoliza la política, marginando a la pequeña y mediana burguesía, quienes defienden el sufragio censitario. Se limitaron las libertades y asociaciones obreras.
Revolución de 1848
El año 1848 fue el más intenso revolucionariamente. A la crisis social se añade una crisis económica, poniendo fin al sistema de la Restauración. Las causas fueron: insuficientes reformas de 1830, la crisis económica del capitalismo, y el deterioro de las condiciones de vida de obreros y proletarios.
Fue un movimiento de gran componente social o popular. En Europa Oriental se abolió el feudalismo (excepto en Rusia, donde se cede en 1917). En Europa Occidental se desarrollan los nuevos ideales democráticos.
La revolución se originó en Francia en 1848, cuando Luis Felipe de Orleans restringía las libertades. Surge un gobierno republicano socialista radical. Las elecciones resultaron en un gobierno republicano, lo que provocó una insurrección popular en junio de 1848 entre burguesía y proletariado. La burguesía reacciona, dando lugar a un nuevo gobierno de régimen liberal. En diciembre de 1848, Luis Napoleón III toma el poder. La revolución se extiende por toda Europa.
Liberalismo
El liberalismo es un conjunto de transformaciones ideológicas y políticas producidas en Europa y América entre el último tercio del siglo XVIII y el final del Imperio napoleónico.