Valores Normales de Hematología y Bioquímica
Clasificado en Medicina y Ciencias de la salud
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Valores Normales en Hematología y Bioquímica
Hematología
Determinación | Valores Normales |
Recuento de Hematíes | Hombres: 4,5 - 5,9 x 106/mm3 Mujeres: 4,0 - 5,2 x 106/mm3 |
Hemoglobina | Hombres: 13,5 - 17,5 g/100 ml Mujeres: 12 - 16 g/100 ml |
Leucocitos o Glóbulos Blancos | 4,5 - 11 x 103/mm3
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Bioquímica
Estudio Bioquímico
Los parámetros bioquímicos son muy útiles como marcadores del estado nutricional. Dentro de éstos cabe citar: lípidos, vitaminas y minerales, glucosa, urea, creatinina, etc.
Determinación | Valores Normales |
Glucosa | 80-120 mg/dl |
Colesterol | 200-220 mg/dl |
Triglicéridos | 120-150 mg/dl |
Inmunología
Estudio Inmunológico
En general, se produce una disminución de los leucocitos, alteración en la concentración de Inmunoglobulinas (IgM, IgG, IgD, IgA, IgE) y disminución de los factores del sistema complemento (C3, C2, C1, C5).
Dieta Prudente y Nutrición Óptima
Dieta equilibrada, prudente o saludable, son términos que deberían usarse siempre en plural, es decir, hemos de hablar de dietas equilibradas, saludables o prudentes, pues, una vez establecidos los criterios que deben cumplir, comprobaremos que muchas dietas o combinaciones de alimentos pueden considerarse adecuadas.
Recordaremos el concepto de “Dieta” definido por Hipócrates, que hace referencia al “régimen general de la vida”, teniendo en cuenta la interacción armoniosa de la alimentación, la actividad física, la higiene y también otros factores del estilo de vida. Esta definición no es otra que la que actualmente empleamos para el concepto de “nutrición óptima” para conseguir un máximo estado de salud y que integra todos estos aspectos, el ambiente y la genética.
El objetivo, por tanto, es convertir toda la información sobre la dieta y la enfermedad en algo práctico que ayude a la población a seleccionar el tipo y la cantidad de alimentos que le permitan confeccionar la dieta óptima.
Este es nuestro mayor desafío inmediato: encontrar la forma de poner en práctica todo lo que ya sabemos acerca de lo que es una dieta prudente: aquella que, además de ser sana, nutritiva y palatable, ayude a prevenir las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta, es decir, que dé lugar a una menor morbimortalidad y a una mayor esperanza y calidad de vida; y, quizás también, una alimentación que, además de ser sana para la gente, sea sana para el medio ambiente. Una dieta que, en conjunto, por estar basada fundamentalmente en el consumo de alimentos de origen vegetal, pueda considerarse como una “dieta sostenible” o respetuosa con el medio ambiente. Y es aquí donde entra en juego la dieta mediterránea (DM), que creemos cumple todos estos objetivos.