Velázquez y la Pintura Española del Siglo XVII: Características, Escuelas y Obras Clave

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La Pintura Española del Siglo XVII: Contexto y Características

La pintura española del siglo XVII, enmarcada dentro del periodo Barroco, se caracteriza por su profundo naturalismo y la búsqueda de la representación fiel de la realidad, tanto en temas religiosos como en escenas cotidianas. Se observa una fuerte influencia del tenebrismo, con marcados contrastes entre luces y sombras, especialmente en la escuela valenciana.

Temática y Género

Predomina la temática religiosa (martirios, canonizaciones), aunque también se cultivan escenas costumbristas, bodegones y retratos. A pesar de la presencia de obras como "La Venus del Espejo" de Velázquez, la pintura mitológica y el desnudo son menos frecuentes.

Composición y Técnica

El rasgo esencial es el naturalismo. Los artistas buscan captar la personalidad del personaje representado, desde mendigos hasta nobles y reyes. Se utiliza la perspectiva aérea (Velázquez) y la profundidad, así como el tenebrismo (Ribera) para crear efectos dramáticos.

Significado y Simbología

La pintura de esta época se caracteriza por contrastes ideológicos. Se contraponen figuras y temas, como la elegancia de los retratos reales de Velázquez frente a la crudeza de sus representaciones de bufones. La simbología es crucial; objetos como relojes, calaveras o flores adquieren significados profundos.

Las Principales Escuelas de la Pintura Española del Siglo XVII

La Escuela Sevillana: Zurbarán y Murillo

Francisco de Zurbarán, pintor extremeño, destaca por sus series monásticas, como la decoración de la sacristía del Monasterio de Guadalupe. Bartolomé Esteban Murillo es conocido por sus Inmaculadas y sus representaciones de niños y escenas populares.

La Escuela Valenciana: José de Ribera

José de Ribera, seguidor de Caravaggio, se caracteriza por su tenebrismo y su enfoque en temas religiosos, como Inmaculadas y martirios de santos.

La Escuela Madrileña: Diego Velázquez

Diego Velázquez, aunque nacido en Sevilla, es la figura central de la escuela madrileña y uno de los pintores más importantes del arte español. Su talento natural y sus influencias (Miguel Ángel, El Greco, Durero) le permitieron desarrollar un estilo único.

Características de la Pintura de Velázquez

  • Dominio de la luz y la atmósfera: Velázquez crea una sensación de profundidad y realismo a través de la perspectiva aérea.
  • Retratos psicológicos: Busca captar la personalidad del individuo, independientemente de su condición social.
  • Variedad de géneros: Cultiva temas religiosos, retratos, bodegones y paisajes.
  • Estilo pictórico: Aunque se le asocia al Barroco, su estilo se distingue por la sutileza de las líneas y la atmósfera difuminada, más que por el movimiento impetuoso o el dramatismo extremo.
  • Contraposición y ambigüedad: Velázquez contrapone figuras y acciones, y mezcla escenas reales y mitológicas, como en "Las Hilanderas". Utiliza equívocos visuales y alegorías, como en "El Aguador de Sevilla".

Etapas de la Vida Pictórica de Velázquez

Época Sevillana

En sus inicios, Velázquez pinta bodegones, retratos y cuadros religiosos, como "El Aguador de Sevilla" y "La Vieja Friendo Huevos".

Primera Etapa Madrileña (1623)

Se establece en Madrid como retratista de Felipe IV. De esta época son "El Bufón Calabacillas" y "El Triunfo de Baco" (o "Los Borrachos").

Primer Viaje a Italia

Este viaje influye en su interés por el desnudo, la perspectiva aérea y el paisaje. Pinta "La Fragua de Vulcano".

Segunda Etapa Madrileña

Realiza retratos del rey y la reina, así como "El Bufón Pablos de Valladolid", "El Niño de Vallecas" y el cuadro histórico "La Rendición de Breda" (o "Las Lanzas").

Segundo Viaje a Italia

Pinta el retrato del Papa Inocencio X y los lienzos de la Villa Médicis, con un estilo casi impresionista.

Etapa Final (Segunda Mitad del Siglo XVII)

De este periodo son sus obras maestras "Las Meninas" y "Las Hilanderas".

  • Las Meninas: Se interpreta como un retrato colectivo de la familia real, donde Velázquez se autorretrata pintando a los reyes, reflejados en un espejo. Incluye a la Infanta Margarita y a otros personajes de la corte.
  • Las Hilanderas: Combina una escena de taller con la fábula mitológica de Palas y Aracne. Palas castiga a Aracne por su soberbia, convirtiéndola en araña. Esta obra ejemplifica la mezcla de realidad y ficción característica del Barroco y de Velázquez.

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