Vihuela y Laúd: Instrumentos de Cuerda Pulsada en el Renacimiento

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La Vihuela

La práctica del laúd en Europa coincidió con el apogeo de la vihuela española, que constituye el instrumento típico español de la época. A diferencia del laúd, la caja de la vihuela es plana y su mástil corto. Se tocaba punteando con los dedos y tenía seis cuerdas. La vihuela fue un instrumento aristocrático, a diferencia de la guitarra del siglo XVII, que fue popular. También era un instrumento polifónico como el laúd y, al igual que éste, los había también de diferentes tamaños.

Su apogeo fue muy breve, alrededor de medio siglo; pero en tan breve espacio de tiempo su repertorio eclipsó en España al de cualquier otro noble instrumento. Dicho repertorio estuvo constituido en principio por transcripciones de obras polifónicas, que luego se conjugarían con ejecuciones sobre melodías populares que variaban magistralmente. Se llamarían posteriormente "Diferencias", que hoy en día se conocen como variaciones. En dicho instrumento se ejecutaban fantasías, pavanas, tientos, gallardas, villancicos, romances, canciones y toda clase de piezas.

Su notación se realizaba a través de cifras que se colocaban sobre las líneas del pentagrama, las cuales indicaban los dedos que debían pulsar. La vihuela también ejercía de instrumento acompañante en toda canción cortesana y popular.

Principales Representantes y Colecciones de Música para Vihuela

  • Luis de Milán: "El Maestro"
  • Diego Pisador: "Libro de música"
  • Esteban de Daza: "El Parnaso"

El Laúd

Los laúdes se conocían en Europa desde hace más de 500 años; antes de concluir el siglo XVI se fabricaban en tamaños diversos, a menudo con materiales costosos y exquisita artesanía. Un tipo de laúd español, "la vihuela de mano", tenía un cuerpo similar a la guitarra, aunque el laúd corriente recordaba a una pera. Tenía una cuerda simple y cinco dobles, afinadas; su cuello contaba con trastes y el mástil estaba inclinado hacia atrás, en ángulo recto. El método de ejecución habitual consistía en pellizcar las cuerdas con los dedos. En el laúd podían ejecutarse acordes, escalas, melodías y cualquier clase de piezas, hasta contrapuntísticas; se empleaba como instrumento solista, para acompañar el canto y como parte de los conjuntos; con el laúd, un ejecutante avanzado era capaz de producir gran variedad de efectos. Los tañedores de laúd empleaban la tablatura, un tipo de notación cuyo principio consistía en mostrar el punto en el cual el dedo debía pisar las cuerdas para producir la nota requerida.

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