El Siglo de Oro de la Pintura en España
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En el siglo XVII en España se perdió la hegemonía política después de poseer dominios por toda Europa. Había una situación de crisis que exigía unas reformas económicas y fiscales, pero los reyes de aquel momento no supieron reaccionar. La economía se basaba en la agricultura, que junto a la ganadería, metalurgia y construcción naval sufrieron un gran retroceso. También se vio perjudicado el comercio. En la cultura, la visión optimista e idealista del Renacimiento fue sustituida por una pesimista y realista. Aunque se produjo el siglo de oro de la literatura castellana. En cuanto a la religión, el apogeo de la Contrarreforma influirá de forma decisiva en ella. En España es evidente que predomina la escultura y la pintura sobre la arquitectura. En la pintura, partiendo del naturalismo-tenebrismo, se representan cosas horrorosas. Las apariencias vulgares y los objetos cotidianos encierran numerosos símbolos, ya que la formación de los pintores fue profunda. En cuanto a la temática, cabe destacar la religiosa, con la representación de numerosas vidas de santos como adorno de iglesias y conventos. El retrato también fue muy abundante con obras que intentan poner de manifiesto la psicología del retratado al mismo tiempo que su alta condición social. El tema mitológico, aunque menos abundante, permitía atender al gusto de la nobleza y de las altas jerarquías eclesiásticas. También se practicó la pintura de género, la naturaleza muerta, el paisaje y la pintura de historia. La pintura española no fue un arte de gran estatismo y serenidad, aunque no excluyó el dinamismo compositivo que proviene de la tensión de su estructura, de los contrastes lumínicos o temáticos, donde se oponen modelos, actitudes o mundos distintos.
Josep Ribera
Josep Ribera nació en Xàtiva pero no puede ser adscrito a la escuela valenciana. Su formación es inerte, hacia 1610 viajó a Italia, donde Caravaggio penetró totalmente en su estilo. En 1616 se instaló en Nápoles. Se puso al servicio de las ideas del Concilio de Trento, lo que explica la abundancia de temas religiosos en su producción. No le faltaron pobres y mendigos ni personajes raros y deformes para pintar. Se ejercitó en la pintura de género y ejecutó obras de reconocida fama como 'La barbosa de los Abruzzos' o 'El Sancallos'. Técnicamente su obra se caracteriza por un excelente dibujo y por una pincelada pastosa.
Diego Velázquez
Diego Velázquez (1599-1660) nació en Sevilla y se convirtió en pintor del rey Felipe IV, donde pudo estudiar las colecciones reales y fue elaborando un estilo cambiante y evolutivo donde se superaba a sí mismo. Su temática es abundante, mitología, historia, de género, paisaje, retratos y religiosa. La técnica utilizando óleo, experimenta una evolución desde la pincelada fina hacia otra deshecha. Velázquez pintaba más alla prima, sin dibujo previo. Su estilo varía rotundamente, desde sus primeras obras, inmersas en el tenebrismo, hasta el total esclarecimiento de su paleta, que lo convierte en un gran intérprete de la perspectiva aérea. Sus composiciones no tienen movimiento, pero las figuras están hábilmente dispuestas, generando tensión en la observación. Sabe contraponer personajes y situaciones distintas para producir un dinamismo que suple la inexistencia del movimiento físico. No es un simple naturalista obsesionado por la representación de lo real tal como es, sino que hace una pintura que reflexiona sobre la realidad e interpreta.